La educación e innovación están muy vinculadas al sector minero, que requiere de personal competente y con adecuado apoyo en la tecnología, para que la minería continúe su eficiente y responsable desarrollo con el entorno.
Consciente de ello, y a fin de abordar los principales temas que necesita el profesional de hoy, conversamos con la Presidenta del Foro Educación e Innovación y además Directora de Care Perú, Marilú Martens.
Desde su perspectiva, ¿En qué nivel se encuentra la educación superior y técnica de las carreras relacionadas al sector minero?
La oferta educativa de carreras vinculadas al sector minero debe garantizar una formación alinea
da con lo que las empresas extractivas y mineras vienen incorporando en su gestión y operación. En otras palabras, debe considerar aspectos clave, como las prácticas con equipamientos tecnológicos de última generación, así como el desarrollo de competencias y habilidades blandas: trabajo en equipo, análisis de datos, consciencia ambiental, entre otras.
Vale decir que hablar del sector minero en el Perú es hablar de territorios donde se ejecutan proyectos que requiere interdisciplinariedad. Además de las carreras técnicas ligadas a la exploración y la explotación -Mecánica, Hidrología, Geología, Hidrogeología, Geomorfología, por ejemplo-, también es importante que la oferta considere aspectos vinculados a temas ambientales, como manejo de residuos mineros, manejo de pasivos ambientales, protección de ecosistemas, monitoreo de los cuerpos de agua, y más.
La relación con el entorno social también es clave, por lo que es importante que la educación para
este sector asegure el permanente desarrollo de la sociología rural, la antropología y la transversalidad de enfoques con pertinencia cultural.
Por último, si hablamos de carreras de nivel superior, conseguir resultados en plazos breves -11 meses es la duración promedio de las carreras técnicas asociadas al mantenimiento, por ejemplo-, dependerá en gran medida de la calidad de la educación básica que hayan tenido los estudiantes.
A su parecer, a nivel superior, ¿Cuánto es la diferencia entre la educación pública y la educación privada al momento de formar profesionales para el sector minero?
A nivel técnico superior, la oferta que más se ha desarrollado es la privada, con centros de especialización que permiten que los jóvenes se incorporen rápidamente al ciclo de operación minera. Entre ellos, encontramos a Senati, Tecsup, Cetemin y otros que actualmente conforman la oferta educativa a nivel técnico superior, un ámbito en el que el sector público se encuentra muy relegado.
Ahora bien, a nivel universitario, todo depende de la carrera elegida. Si hablamos de carreras tradicionales -Ingeniería de Minas o Ingeniería Geológica, por ejemplo-, las universidades públicas ofrecen una calidad educativa óptima. Podemos mencionar, entre otras, a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), en Lima, a la Universidad Nacional Daniel Alcides Carrión y la Universidad Nacional del Centro del Perú, en Cerro de Pasco y Huancayo, respectivamente.
En el caso de carreras no tradicionales -como aquellas ligadas a los temas ambientales-, la oferta de centros educativos se viene ampliando tanto en el ámbito público como en el privado. En ellas,
lo más importante son las oportunidades de investigación que cada centro educativo ofrezca. Final
mente, a nivel de postgrado, la mejor oferta es la que proviene del ámbito privado.
¿Cómo incentivar a los alumnos, desde el colegio, a optar por carreras relacionadas a este sector (minería, geología o metalurgia, por ejemplo), considerando que, en comparación con otros rubros, el porcentaje no es alto?
La forma más efectiva de incentivar a los alumnos es dándoles información y generando una conexión entre ellos y el sector. Se puede lograr a través de los testimonios de profesionales universitarios y técnicos que ya trabajen en minería, o también organizando concursos interescolares que se vinculen a sus prácticas, al mismo estilo de aquellos concursos que tratan temas de emprendedurismo o inclusión financiera.
Estas iniciativas permiten que los estudiantes se acerquen a las operaciones del sector y a sus
múltiples actividades, al tiempo que descubren su impacto en la calidad de vida de las zonas de in
fluencia. El enfoque ambiental, por ejemplo, interrelaciona las prácticas del sector con los derechos humanos, la legalidad y la gestión social, todos ellos son temas que pueden resultar muy atractivos para más estudiantes.
También es clave que les hablemos sobre las fortalezas que desarrollarán a partir de sus estudios y su trabajo en carreras vinculadas al sector minero. El uso y análisis de datos, la resolución de problemas, el análisis de procesos y las habilidades de comunicación son algunas de ellas.
Lea la entrevista completa en nuestra edición 163 de Rumbo Minero, aquí.