La toma de mando de Francisco Sagasti como presidente del país trae consigo una serie de retos. Uno de ellos es el económico y en este ámbito uno de los sectores principales que permitirán la reactivación es la industria minera. ¿Qué proyectos se deberían impulsar en estos ocho meses de mandato?
Pablo de la Flor, director ejecutivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), señaló que el rol de la minería es importante en el proceso de recuperación económica. Ya estamos viendo la actividad recuperando niveles, y declaró que ahora se necesita un impulso que permita poner en valor varias de estas iniciativas.
“Si revisamos la información provista por el Ministerio de Energía y Minas (Minem), es preocupante porque no hay ningún proyecto de envergadura que esté listo para su ejecución inmediata. Lo que tenemos de mayor impacto actualmente es Tía María, que ha quedado relegado”, indicó De la Flor.
Mencionó también otras iniciativas que podrían desplegarse el próximo año que son relevantes, como el proyecto Yanacocha Sulfuros en Cajamarca, el proyecto San Gabriel en Moquegua de casi US$ 400 millones, Corani un proyecto importante en Puno de casi US$ 600 millones, y que tiene dificultades de financiamiento. Y Pachapaqui, en Áncash, proyecto de zinc de US$ 120 millones.
Otros proyectos importantes que no están programados para el próximo año que el titular del SNMPE pide no perder de vista son Pampa de Pongo en Ica de US$ 300 millones para extraer hierro, Zafranal en Arequipa, y Magistral en Áncash para el 2021.
De la Flor apuntó que estas iniciativas podría empezar a plasmarse el próximo año, al ser proyectos de envergadura, de otro modo podría tener un impacto y una contracción. “De ahí la enorme importancia de invertir en exploración”.
Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y gerente general de Antamina, dijo, por su parte, que hay que poner en contexto el estado actual de la minería. A la crisis sanitaria y económica se le sumó una crisis política y de gobernabilidad.
“La minería es un sector económico que por los niveles de inversión, siempre está obligado a tener una mirada de largo plazo. Claramente es una industria que permite el despliegue de la economía a nivel de todo el territorio, al no operar en zonas urbanas, y generamos un encadenamiento productivo”, precisó.
En ese contexto, Gobitz agregó que el gobierno actual y los gobiernos futuros deberían tener un debate propositivo, ya que “después de las protestas vienen las propuestas”. En esa parte, mencionó que uno de los pilares para sustentar el crecimiento es la industria minera, por lo que debería ser una política de Estado la promoción de esta actividad.
Añadió que no solo debe ser el esfuerzo de una empresa en particular o de un gremio en específico, porque se requiere el apoyo del gobierno central, regional y local, al ser una actividad formal que genera empleo, ingresos fiscales, productividad, y tiene un despliegue que permite la descentralización.
Gobitz sostuvo también que el Ejecutivo debe lograr que la cartera de proyectos mineros que tiene el país de US$ 60 mil millones se ejecute. Para ello, refirió, se requiere que los proyectos de exploración de ingeniería maduren. El Estado se debe ocupar de facilitar los excesivos trámites del sector sin cambiar los estándares, y ayudar a lograr acuerdos equitativos para que los proyectos mineros sean parte del plan del desarrollo del territorio circulante.
Mirada inclusiva
Por su lado, Alexandra Almenara, presidenta de Women in Mining Perú (WIM Perú), manifestó que si bien este será un gobierno de transición por los próximos meses, hay temas en la agenda que son necesarios para seguir aportando, y la minería se convierte en una oportunidad para la reactivación económica.
“Es importante impulsar las inversiones en exploración y de proyectos de desarrollo que están en cartera, así como contar con una regulación que responda a la inmediatez de la reactivación respetando los principios, pero destrabando inversiones”, indicó.
Asimismo, calificó como fundamental el diálogo continuo con las comunidades que les permita conocer y opinar sobre la administración de los recursos provenientes del sector y su rendición de cuentas por parte de las autoridades.
Por otro lado, Almenara enfatizó que el 2020 nos ha dado la oportunidad de digitalizar muchos procesos en el sector. En esa línea, dijo que es importante no retroceder una vez terminado el estado de emergencia y, por el contrario, continuar en la automatización de trámites y unificación de procedimientos para encaminarnos hacia un gobierno digital.
Como titular de WIM Perú, Almenara calificó como relevante recordar que la caída del empleo en minería ha tenido un impacto importante en las mujeres; por lo que, una reactivación económica con mirada inclusiva también es necesaria en la mesa.
“Para ello, el Estado debe convocar a organizaciones que puedan aportar en la construcción de propuestas representativas”, finalizó.
*fuente: El Comercio