El economista resaltó que, si el sector minero no hubiera registrado un crecimiento “anómalo” mensual en el primer semestre del año, el decrecimiento de la economía sería mayor.
La inestabilidad política, social e institucional afecta principalmente la inversión privada y minera, advirtió Jorge González Izquierdo, exministro de Trabajo, en entrevista exclusiva con Rumbo Minero.
Frenos de la economía
El economista señaló que, si bien son varios factores los que han determinado el comportamiento de la economía los primeros seis meses del año, resaltan los efectos climatológicos y la inestabilidad política.
“Primero nos golpeó el ciclón Yaku, luego El Niño Costero, esto afectó el crecimiento y la inflación. Entre octubre y noviembre llegará El Niño global, ¿qué va a pasar ahora?”, dijo.
Para el experto, “se supone que va a durar hasta marzo o abril del próximo año y se espera que sea un fenómeno mediano, no muy fuerte. Así, “el efecto sobre la economía va a ser moderado, pero si es fuerte, el efecto podría ser como el año 1997 donde la economía decreció todo el año”.
El docente en la Universidad del Pacífico comentó que la inestabilidad política, social e institucional “que mucha gente no le da importancia”, está aquejando la economía desde mediados del 2021.
“Eso afecta principalmente la inversión privada y dentro a la inversión minera, y es así que los últimos seis meses del año pasado la tasa de crecimiento de ambas fue negativa. Los primeros seis meses de este año también fue negativa”, aseveró.
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Sector clave
González comentó que, durante el primer semestre del año, la economía creció -0.6 por ciento y que fueron pocos los sectores que mostraron un avance.
“Cuando uno mira eso dice hemos crecido negativamente, pero es algo ligerito, pero no es tan cierto, porque si uno mira las cifras, el sector agropecuario, pesca, hidrocarburos, manufactura, construcción, servicios, tuvieron crecimiento negativo, y son poquísimos los sectores que han tenido uno positivo”, anotó.
El economista resaltó que, si el sector minero no hubiera registrado un crecimiento “anómalo” mensual de entre 19 a 20 por ciento, el decrecimiento del PBI peruano sería mayor.
“Si no fuera el crecimiento anómalo del sector minería, de 19% ó 20% mensual el -0.6 por ciento crecería subiría apreciablemente”, dijo.
González Izquierdo explicó que esos resultados se debieron a las inversiones mineras realizadas entre el 2017 y 2018 “y que han finalizado su construcción a fines del 2022 e inicio su producción”.
“Ese es el efecto de un aumento de producción minera, que está disfrazando la verdadera situación de la economía peruana”, aseveró.
Culminó indicando que recuperar la confianza empresarial, sobre todo del sector minero, debe ser trabajo del gobierno, la oposición, los políticos, y de la ciudadanía.
“Porque es tarea de todos bajar la incertidumbre que vivimos, sino es bien difícil que la inversión privada recupere un ritmo de crecimiento promedio o igual que hemos tenido el año pasado”, finalizó.