El analista político aseguró que existe ello «bajo la aparente confusión de los conceptos de minería informal e ilegal».
El analista político Hugo Guerra señaló que, en el Perú, existe un grado de permisividad estatal demasiado obsequioso para con los delincuentes, bajo la confusión de términos mineros.
«Suele confundirse la minería informal con la ilegal. Y bajo esa aparente confusión, hay un grado de permisividad estatal demasiado obsequioso para con los delincuentes. Son una mafia, de crimen organizado internacional que, siguiendo sus patrones de conducta, van a infiltrar la política», afirmó en entrevista exclusiva con Rumbo Minero.
Y el problema ahora que enfrentamos, explicó, es primero que pueden infiltrar sus intereses en los programas y planes de gobierno; segundo, en los candidatos; y tercero, en el financiamiento.
«Descontando, además, el riesgo de que puedan propiciar violencia política en varios niveles porque vienen dos elecciones: las nacionales y las regionales», acotó.
Guerra reveló que en la semana se reunió con miembros del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y «probablemente vamos a llegar a 71 partidos para el proceso electoral, lo cual es simplemente demencial».
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«No nos olvidemos del problema mayúsculo, que es el vínculo de la minería ilegal que tiene actualmente con miembros del Congreso de la República, que llevan su agenda», alertó.
Lucha contra la minería ilegal
En otro momento de la entrevista, el analista político manifestó haber conversado con el General de la Fuerza Aérea en retiro que está a cargo de la lucha contra la minería, Rodolfo García Esquerre, y se quejó de, «uno, la falta de soporte político del Ejecutivo y el Congreso, y dos, de la escasez total de recursos».
«Su equipo está conformado por tres o cuatro personas. No tiene un presupuesto adecuado. ¿Cómo se va a combatir un delito que acarrea más o menos 12 mil millones de dólares con partidas que escasamente llegan a los 3 millones de soles? No hay lógica», enfatizó.
Para García, ello revela que el gobierno o habita con el delito deliberadamente o tiene incapacidad y falta de interés.
«Es evidente que este es un gobierno, finalmente, de transición, pero eso no minimiza la responsabilidad de lo que está ocurriendo, porque el fenómeno se sigue expandiendo y se sigue enraizando con delitos conexos», lamentó.
Minería y desarrollo
En palabras del analista, «definitivamente hacer minería en el Perú es una gran contribución social, económica, e ir remando contra la corriente, porque hemos ido perdiendo competitividad».
Así, «los mineros siguen apostando por el Perú, pero nos estamos frenando porque no tenemos políticas fiscales adecuadas, no hay incentivos tributarios adecuados, hay conmoción social permanente, hay conflictividad con los entornos mineros, al punto de que hemos pasado a ser en la lista, inferiores a la producción de cobre que la República del Congo».
«Agua sí, minería no, es una falsa dicotomía. El mundo ya ha demostrado que la minería responsable sí es compatible con el desarrollo social equilibrado», concluyó.