MINERÍA. Una investigación del Proyecto de Monitoreo de la Amazonía Andina (MAAP) reveló que la minería ilegal causó enormes daños a más de 9.000 hectáreas de selva durante 2018, un 1,31 % más que en el año anterior. Así lo informó la Agencia EFE.
Unidas a las 9.160 hectáreas afectadas el año pasado, la minería ilegal de oro ha consumido un total de 18.440 hectáreas de bosques amazónicos, principalmente en la región sureña de Madre de Dios, fronteriza con Bolivia y Brasil, pero también en las regiones vecinas de Cusco y Puno.
La mayor parte de la expansión de la minería ilegal se encuentra en La Pampa, ubicada en Madre de Dios, una zona donde trabajaban centenares de mineros en decenas de campamentos y donde se concentran bares informales en los que frecuentemente incurren en trata de mujeres con fines de explotación laboral y sexual.
Allí los mineros han levantado 1.685 hectáreas de selva entre 2017 y 2018, dentro de concesiones de reforestación y de la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata, espacio adyacente al área protegida que sirve de transición entre la reserva y su entorno, y en la que también está prohibida la minería.
Otro punto crítico es la ribera izquierda del río Alto Malinowski, también en Madre de Dios, donde los mineros han desaparecido 760 hectáreas entre 2017 y 2018 y avanzan hacia la comunidad nativa Kotsimba y al interior de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Bahuaja Sonene.