Por: Luis Paredes
¿Cuál es el modelo de crecimiento económico que usted tiene para Cajamarca en particular y para el país en general?
Todo modelo de crecimiento económico depende de múltiples variables y no solamente de una actividad económica primaria-exportadora que genera grandes vulnerabilidades para el desarrollo del país, porque depende de factores externos como la fluctuación de los precios internacionales o la desaceleración del crecimiento económico de importantes economías mundiales. En ese sentido, prefiero el modelo económico que defina al país como un país pluri-productor.
En minería y otros sectores tenemos que dejar de centrarnos solo en la extracción primaria de recursos, y pasar a la transformación e industrialización de los mismos. Asimismo, debemos apostar más por otros rubros económicos como la agroindustria, específicamente, la pequeña y mediana agricultura olvidada, teniendo en cuenta el encarecimiento global de los productos alimentarios, los procesos de acumulación de grandes cantidades de tierras agrícolas, y el cambio climático que amenaza la seguridad alimentaria de la población. Y finalmente, desarrollar el sector turismo.
La idea de que solo la minería salvará al país es una visión dogmatica y tautológica. La minería debería activar otros sectores económicos que no sean exclusivamente dependientes de ella sino que más bien sean alternativos a ella.
¿A futuro, cuáles son sus perspectivas económico-sociales de Cajamarca?
En primer lugar, Cajamarca necesita desarrollar actividades económicas sustentables en términos ecológicos, apuntando al fortalecimiento de las actividades agropecuarias, la agroindustria, el turismo y redefinir el rol de la minería en la región en base a los planes del Ordenamiento Territorial.
Nunca he dicho Cajamarca sea una zona sin cabida para la actividad minera. Eso es un invento de mis detractores. Lo que creo es que se debería establecer en qué zonas se puede desarrollar la actividad minera y en qué zonas no. Mi opinión es que la región en adelante solo podrá albergar a la pequeña y mediana minería formal, y no a megaproyectos, debido a su alto impacto ambiental.
Y en Cajamarca, ¿qué otros sectores productivos se pueden desarrollar como eje económico de la región?
En Cajamarca lo que se ha hecho es ignorar la realidad demográfica, social y económica de la región. Se ha dicho que Cajamarca es una opción minera, cuando nosotros rechazamos esa conceptualización, no porque neguemos la minería sino que porque el 78% de la población es agrícola–ganadera. Entonces la región necesita el desarrollo de políticas de promoción, de incentivos de mercado, de transferencia tecnológica, de mejora de la productividad y competitividad. En otras regiones se da este debate pero no en Cajamarca porque se le considera que es minera per se.
¿Se considera usted como un ‘antiminero’?
La adscripción antiminera a varios dirigentes sociales y a mi persona es una invención que lo que busca es descalificarnos o demonizarnos. No dudo que por razones ideológicas algunos dirigentes en algunos discursos hayan negado la importancia de la minería para la economía del país, pero de allí a caricaturizar a todo crítico u opositor de un determinado proyecto minero, es caer en una campaña mediática de demonización del adversario.
Lea la entrevista completa en la edición impresa de su revista Rumbo Minero Nº 82