El proyecto duraría 180 meses, que incluye construcción, perforación, cierre progresivo y posccierre; y demandaría US$ 193.679,255.
Minera Marcobre sigue interesada en conocer mejor el yacimiento de cobre ubicado en el distrito de Marcona, región Ica.
Además, pretende dar continuidad a las actividades de exploración, con el fin de ampliar el horizonte de vida útil para el proyecto.
“El proyecto de exploración Marcobre tiene como fin verificar el potencial geológico en la zona, la cual contribuirá en decisiones futuras, fortaleciendo la viabilidad técnica, económica y ambiental. Si la reserva ubicada es viable económicamente, procederá hacia a la etapa de explotación”, declaró la empresa.
Así logró conocer Rumbo Minero tras revisar los documentos ingresados el último 15 de octubre al Ministerio de Energía y Minas (Minem).
“Marcobre requiere incorporar modificaciones derivadas de la redistribución de sus plataformas”, así informó la empresa.
Añadió que esta redistribución permitirá confirmar la información para el desarrollo del proyecto y definir la ubicación de los futuros componentes.
Frente a ello, la minera presentó la séptima Modificación del Estudio de Impacto Ambiental semidetallado (MEIA-sd).
Objetivo del estudio
En el Resumen Ejecutivo, Marcobre explicó que la séptima MEIA-sd se enmarca en los estudios requeridos para efectos del desarrollo propio del Proyecto.
“Siendo necesario mejorar el conocimiento del yacimiento a fin de hacer una definición del detalle para las facilidades necesarias para su explotación y definir la ubicación de los futuros componentes”, señaló.
Labores
Rumbo Minero revisó el programa de Marcobre y logró conocer las actividades detalladas en la séptima modificación del EIA-sd.
Según la empresa, de las 1,240 plataformas aprobadas en IGAs previos, realizar solo 700 plataformas de perforación de las cuales.
De estas 700 plataformas de perforación por Marcobre, 277 no se reubicarán y 423 sí deberán ser reubicadas.
“Debido a las características del relieve del terreno, no se prevén mayores actividades de movimiento de tierras, en algunos casos podría ser necesaria una ligera nivelación del terreno, la cual puede implicar una profundidad promedio no mayor a 1 metro”, precisó Marcobre.
A su vez, indicó en cada plataforma se emplazará un área de trabajo, una caseta de muestreo, un almacén de accesorios.
Así como un almacén de kits para emergencia, un sector temporal de residuos sólidos, un baño químico y un almacén de tuberías de perforación.
Marcobre buscaría desestimar 43 trincheras de exploraciones aprobadas en el primer ITS de la 6ta MEIA-sd; y desestimar 111 calicatas de exploraciones aprobadas.
También ha considerado dos campamentos de exploraciones o temporales, cada uno de los cuales contará con 37 instalaciones auxiliares.
Igualmente se habilitará 208 kilómetros de accesos nuevos hacia las plataformas.
De ellos 155.47 kilómetros corresponden a accesos permanentes y 52.85 kilómetros a accesos temporales.
Cronograma e inversión
Marcobre puntualizó en su Resumen Ejecutivo que la duración del proyecto es de 180 meses.
Este tiempo comprende la etapa de construcción (26 meses), perforación (130 meses), cierre progresivo (12 meses) y una etapa de post cierre (12 meses).
Asimismo, apuntó que el presupuesto estimado de la séptima modificación del EIA-sd es de US$ 193’679,255.
(Foto referencial)