MINERÍA. Hasta en un 70,4% descendió la concentración promedio de hierro en el río Rímac, alcanzando un nivel de 0,29 miligramos por litro de agua (mg/l) en setiembre; según informó el INEI, con base en datos de Sedapal.
El INEI detalló que el hierro, en contacto con el agua, provoca precipitación y una una sustancia pardo-rojiza, escamosa, conocida comúnmente como orín.
Asimismo, otro de los metales que aminoró su presencia en las aguas del río Rímac fue el aluminio, que llegó a 0,29 mg/l en setiembre, reduciéndose en 68,1%.
La concentración de sales de aluminio en el agua ocasiona un sabor y turbidez no deseada, y afecta la actividad del sistema nervioso.
Finalmente, la cantidad promedio de plomo totalizó 0,005 mg/l, lo que representó una disminución de 54,5%; mientras que el promedio de cadmio no mostró variación al registrar 0,001 mg/l.
El plomo causa efectos nocivos para la salud del hombre a nivel celular y el cadmio está clasificado como carcinógeno para los seres humanos.
«La contaminación causada por la actividad minera es más peligrosa tanto para la salud de la población como para los ecosistemas acuáticos», enfatizó el INEI.