La publicación de los resultados financieros de las mineras en el 4T14 revela el impacto de la caída en el precio del cobre, que bajó 7% ese trimestre y alcanzó su menor nivel en cinco años y medio en enero. El declive ha sembrado dudas sobre los proyectos cupríferos que lideran la cartera de inversión minera. La prensa local alertó que algunos proyectos están en riesgo.
Pero la decisión sobre un proyecto minero generalmente no depende de la evolución del precio en un año, sino en varias décadas, y se espera que el ciclo alcista regrese en el 2018. Además, el avance de los proyectos depende en gran medida de la actual situación de las mineras, muchas de las cuales han registrado pérdidas tras el fin del ciclo alcista de los metales.
Semana Económica analizó el impacto de la caída del cobre en la evolución de las mineras y sus proyectos cupríferos (que aún no entran en operación) en el Perú.
SOUTHERN COPPER (SCC)
Su utilidad neta cayó 14% interanual, y no fue peor gracias a su plan de crecimiento, aspectos cambiarios y el bajo precio del petróleo. No obstante, tiene uno de los costos de operación más bajos de la industria y un bajo apalancamiento, por lo que tiene flexibilidad para continuar operando y creciendo. “Podemos seguir invirtiendo para que los proyectos maduren en épocas duras”, dijo a SE Raúl Jacob, CFO de SCC. “Cuando estén listos, entrarán en un momento muy bueno [cuando el precio del cobre repunte]“.
SCC continuará con su agresivo crecimiento e invertirá US$2,700 millones en el 2015, lo que incluye Tía María y la ampliación de Toquepala. Probablemente aproveche la coyuntura de precios bajos para realizar adquisiciones o asociaciones, como Quellaveco.
ANGLO AMERICAN (AAL)
Su ebitda cayó 8% interanual en el 1S14 y será 35% menor en el 2S14, estima Thomson Reuters Eikon (aún no publica los resultados). AAL está en proceso de recorte de gastos y costos, y venta de activos ante el fin del boom minero. En el Perú se retiró de Michiquillay, proyecto en etapa inicial que no iba a otorgarle un retorno en el corto plazo. Hasta ahora éste es el proyecto más afectado por la caída del precio.
AAL sí planea desarrollar Quellaveco, pero buscará compartir la inversión dado su apalancamiento. SCC es el candidato natural para un joint venture, pues tiene operaciones en la zona.
MMG
Continuará desarrollando su proyecto de bandera Las Bambas (avance del 80%) pese al fuerte aumento de la inversión requerida (US$10,000 millones). El proyecto ya está financiado y MMG tiene el respaldo de la estatal China Minmetals.
FREEPORT-MCMORAN (FCX)
Es una de las mineras más golpeadas, pues está expuesta al cobre (56% de sus ventas) y al petróleo (19%), que también ha caído. Registró una pérdida neta de US$2,852 millones en el 4T14. Ha enfocado sus recortes en hidrocarburos, no en minería. La ampliación de Cerro Verde en Arequipa sigue en marcha (50% de avance al 2014), y está financiada.
FIRST QUANTUM (FQM)
Viene siendo afectada por los cambios tributarios en Zambia, donde desarrolla el proyecto Trident. La empresa refinanció parte de su deuda y recortó significativamente su gasto de capital presupuestado para construir su proyecto Cobre Panamá este año.
El proyecto cuprífero peruano Haquira, el siguiente en su cartera, continuará avanzando pese a la coyuntura, asegura Mike Parker, country manager del Perú y Argentina. “Podemos avanzar cómodamente los trabajos actuales [estudios y trámites] porque no implican una inversión muy alta”, asegura.
RIO TINTO (RIO)
La caída del cobre no le afecta tanto: el metal apenas supera el 10% de sus ventas, y si se mantiene el precio en US$2.50 por libra (US$5,510/t), su ebitda se reduciría menos de 3%, según el banco de inversión BMO. Además, no está muy apalancada y tiene una buena calificación crediticia, destaca BMO, por lo que podrá continuar desarrollando sus proyectos en cartera.
Así, La Granja continuará avanzando, aunque está a nivel de prefactibilidad y viene siendo rediseñado. La decisión de construcción recién se tomará en el mediano plazo, y dependerá de cuán rápido avance respecto a Resolution, el otro proyecto cuprífero de RIO.
Fuente: Semana Económica