Reducir el uso de agua nueva es uno de los principales pilares para promover la sostenibilidad en la minería. En este sentido, la química entra como un gran aliado, con nuevas tecnologías en polímeros
De acuerdo, al Instituto Peruano de Economía, la minería representó el 8.7% del PBI en el Perú el 2021. Un porcentaje que evidencia la importancia del sector en el desarrollo económico del país y que debe impulsarse bajo el pilar de la sostenibilidad para promover la reactivación durante la pandemia del Covid-19.
En el camino hacia una minería sostenible, uno de los objetivos es cuidar y gestionar de forma eficiente los recursos que nos proporciona el medio ambiente, entre ellos el agua, esencial en la realización de las actividades mineras y del cual ese rubro utiliza un 1.5%, según la Autoridad Nacional del Agua (ANA).
Reducir el uso de agua nueva es uno de los principales pilares para promover la sostenibilidad en la minería. En este sentido, la química entra como un gran aliado, con nuevas tecnologías en polímeros que permiten una mayor recuperación del agua utilizada en el procesamiento más eficiente.
En el procesamiento de minerales que requieren de espesamiento (separación de sólido/líquido), la aplicación de floculantes basados en polímeros avanzados, garantiza una mayor densidad, con mayor velocidad de sedimentación y mayor recuperación de agua. Este volumen recuperado puede ser reutilizado en el proceso de producción, reduciendo la extracción de agua nueva, o esta puede ser tratada y devuelta al medio ambiente.
Mayor calidad
En el manejo de relaves, los polímeros basados en poliacrilamida, agregan partículas sólidas, aceleran la liberación de agua con mayor calidad, mejorando el tiempo de secado de los relaves minerales en su deposición. Además de la recuperación de agua, esta solución promueve un mejor aprovechamiento de la presa de relaves (también conocida como relavera) y el control de estructuras. La innovación, que reduce el área ocupada por los relaves, garantiza una mayor estabilidad del material, reduce los costes y el tiempo necesario para rehabilitar la presa, aumentando significativamente la vida útil de la zona de eliminación.
Ambas soluciones también garantizan el ahorro energético y la eficiencia de los recursos. Otro factor importante es que estos productos no dañan el medio ambiente y no están clasificados como tóxicos, ni siquiera para peces, algas y otros organismos acuáticos.
Sobre la base de una estrategia bien consolidada, hecha a medida para cada actividad, se pueden aplicar innovaciones en el procesamiento de minerales y el tratamiento de residuos, cumpliendo numerosos criterios de sostenibilidad, como la reducción de residuos, los costos y el consumo de agua y energía.
Al crear química para un futuro sostenible, podemos aportar soluciones que, si se aplican correctamente, son importantes aliados para la mejora de la eficiencia y reducción significativa de los impactos sobre el medio ambiente.
Artículo elaborado por Jorge Davo, químico y gerente regional de BASF Mining Solutions para América del Sur.