La planta continuará procesando los relaves de B2 hasta 2028, y se evalúa expandir la tecnología a otros minerales finos de nuevos yacimientos.
En el 2024 Minsur fue galardonada con importantes reconocimientos por su proyecto Estaño circular: el caso de reaprovechamiento de relaves de la unidad minera San Rafael, en Puno (planta B2). Estas distinciones son las de Creatividad Empresarial (el premio empresarial más importante del país) y Perú por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), promovido por el Pacto Global de la ONU y otras reconocidas instituciones.
El Director de Proyectos, Yuri Gallo, señaló que el principal desafío fue desarrollar una tecnología innovadora para recuperar estaño de los relaves, lo cual «nos llevó a una colaboración internacional con Australia, Canadá, Bolivia y Perú entre 2004 y 2009».
Recordó que «a partir de 2010, realizamos pruebas en una planta piloto y, entre 2015 y 2017, diseñamos y construimos la planta B2, con una inversión de US$ 174 millones y más de 4 millones de horas trabajadas sin accidentes».
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La planta sigue altos estándares de sostenibilidad, siendo Minsur miembro del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM). Tiene un enfoque de economía circular, optimizando recursos y reduciendo residuos.
«La planta recircula el 93% del agua utilizada y evita el uso de explosivos, lo que minimiza la huella hídrica y de carbono», destacó.
Además, cumple con las normativas ambientales, como ISO 14001, garantizando la calidad del agua devuelta al medio ambiente.
«La planta ha generado empleo local, con el 60% de su personal proveniente de comunidades cercanas como Antauta y Ajoyani. También ha impulsado la economía local mediante la compra de bienes y servicios, creando más de 1,500 empleos indirectos. Las operaciones han financiado inversiones sociales y aportado significativamente al canon minero», remarcó.
Planes a largo plazo
La planta continuará procesando los relaves de B2 hasta 2028, y se evalúa expandir la tecnología a otros minerales finos de nuevos yacimientos. La tecnología de B2 podría adaptarse para procesar otros depósitos de relaves en la unidad minera San Rafael, ampliando su impacto positivo en la sostenibilidad y la economía local.