En el cuarto trimestre de 2022, Nexa logró una utilidad neta ajustada de US$ 3 millones, totalizando US$ 187 millones en el año.
Nexa finalizó el año 2022 con un desempeño operativo equilibrado, a pesar del desafiante escenario global, con la guerra entre Rusia y Ucrania, la volatilidad de los precios de las commodities y las presiones inflacionarias que marcaron el período.
La compañía cerró el año con ingresos netos consolidados de US$ 3 mil millones, un aumento de 16% en comparación con 2021, impulsado principalmente por mayores precios del zinc en la LME (London Metal Exchange).
En el cuarto trimestre de 2022, Nexa logró una utilidad neta ajustada de US$ 3 millones, totalizando US$ 187 millones en el año, frente a los US$ 195 millones obtenidos en 2021.
«En 2022, actuamos con una rígida disciplina financiera y operativa pese a un entorno muy desafiante”, afirma Ignacio Rosado, CEO de Nexa.
“Las operaciones de Aripuanã continúan progresando y nos complace haber vendido concentrados de grado comercial e informar que Aripuanã logró sus primeros ingresos en el cuarto trimestre”, comenta.
Según Rosado, “buscamos mantener nuestras inversiones en la ampliación de la vida útil de nuestras minas, además de evaluaciones periódicas de la cartera de proyectos. Estamos comprometidos con una estricta disciplina de asignación de capital y la generación de flujo de caja a corto y largo plazo. Estamos preparados para capitalizar nuevas oportunidades en nuestras operaciones, buscando siempre la creación de valor para todos nuestros stakeholders y las comunidades donde actuamos”, concluye.
Producciones de zinc, oro, plata
En 2022, la producción total de zinc fue de 296 mil toneladas, lo que representa una caída de 7,5% con respecto a 2021.
En compensación, la producción total de cobre fue de 33,2 mil toneladas, 12% superior a la de 2021; la producción de plomo fue de 57,4 mil toneladas, un 25% superior a la del año anterior.
Y la producción de plata alcanzó los 10 millones de onzas, un 13% más que en 2021.
La producción de oro alcanzó los 27,2 mil de onzas, frente a los 25,5 mil de onzas producidos el año pasado, lo que representa un aumento del 7%.
Con base a este escenario, la compañía registró un EBITDA ajustado récord de US$ 760 millones en el año 2022 frente a los US$ 744 millones del año anterior.
Las ventas de zinc metálico y óxido de zinc, por su parte, sumaron 616 mil toneladas, impulsadas por el sólido desempeño de las fundiciones de la compañía y la recuperación de los mercados internos, especialmente en los sectores de agronegocios y neumáticos.
Minas en Perú
En el cuarto trimestre de 2022, el desempeño productivo de la compañía disminuyó debido a la reducción de la producción minera en las unidades Cerro Lindo y El Porvenir, en Perú.
La producción de zinc fue de 75 mil toneladas, lo que representa una caída de 8% con respecto al cuarto trimestre de 2021.
En el período, la producción fue de 9,3 mil toneladas de cobre, 32% de incremento en comparación con el mismo período en 2021, y 15,7 mil toneladas de plomo, un aumento del 23% en comparación con el cuarto trimestre de 2021.
Como resultado, las ventas de metales sumaron 167 mil toneladas, un incremento de 6% respecto al cuarto trimestre de 2021.
Durante 2022, Nexa actualizó su programa ESG, anunciando sus nuevos compromisos ambientales, sociales y de gobernanza a largo plazo, incluida la reducción de carbono. La compañía planea lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero («GEI») para 2050.
La compañía también se convirtió en el primer socio patrocinador internacional del Proyecto Artemis, una empresa social fundada por un colectivo de mujeres empresarias enfocadas en el cambio disruptivo en el desarrollo económico, ambiental y social global de la minería.
Nexa aprueba distribución de aproximadamente US$ 25 millones en dividendos
El directorio de la Compañía aprobó la distribución de aproximadamente US$25 millones como dividendo especial.
Esto representa aproximadamente un dividendo especial de $0,188766 por acción ordinaria, considerando 132.438.611 acciones en circulación al 31 de diciembre de 2022, para los accionistas de la Compañía registrados al cierre de operaciones el 10 de marzo de 2023.
El pago está programado para el 24 de marzo de 2023. Nexa podrá aprobar un pago de dividendo adicional durante la segunda mitad de 2023, sujeto a las condiciones del mercado y al desempeño de la Compañía.
Avance de la mina Aripuanã
Las operaciones de la mina, iniciadas en julio de 2022, continúan y actualmente están enfocadas en aumentar constantemente la tasa de producción de la planta, la confiabilidad de los activos y los concentrados.
En diciembre de 2022, se iniciaron los despachos de concentrados dentro de las especificaciones del mercado, esperándose un incremento en las ventas para el 1T23.
A finales de 2022, aproximadamente 600 mil toneladas de mineral estaban disponibles en inventarios, lo cual es suficiente para cubrir 4,5 meses de producción de la planta durante el período de evolución operativa.
En el 4T22 se invirtieron US$ 3 millones en CAPEX en la unidad, totalizando US$ 66 millones en el año, incluyendo el efecto cambiario negativo de US$ 5,5 millones en 2022.
El CAPEX acumulado del proyecto desde el inicio de la construcción es de US$ 632 millones.
El número actual de empleados en operaciones es de 577 empleados que trabajan para las actividades de mina, planta, mantenimiento, proceso, medio ambiente, seguridad y salud, así como administración de la operación. De estos empleados, el 27% son mujeres.
En Aripuanã, la compañía tiene un programa de capacitación para futuros profesionales de operación de minas y plantas.
Nexa contrató al 66% (142 personas) de personas que participaron del programa de capacitación, de los cuales el 66% (94) son hombres y el 34% (48) son mujeres.
Inversiones en CAPEX deben alcanzar US$ 310 millones en 2023
Nexa realizó inversiones por US$ 116 millones en el 4T22, totalizando US$ 381 millones en 2022.
De ese monto anual, US$ 88 millones fueron destinados a proyectos de expansión, impulsados principalmente por Aripuanã por un monto total de US$ 66 millones, ligeramente por encima del guidance anual debido al efecto cambiario negativo y los gastos contractuales adicionales.
Las inversiones de mantenimiento totalizaron US$ 240 millones, incluidos US$ 46 millones de Aripuanã.
Además, se invirtieron US$ 40 millones en salud, seguridad y medio ambiente; US$ 11 millones en modernización, informática y otros. Finalmente, se destinaron US$ 2 millones para capitalizar intereses netos de anticipos de materiales importados y créditos fiscales.
En 2023, las inversiones en CAPEX se estiman en US$ 310 millones. Se estima que las inversiones de mantenimiento alcancen los US$ 268 millones, de los cuales US$ 66 millones en refinerías y US$ 200 millones en minería, incluyendo U$S 53 millones em Aripuanã. Las inversiones en salud, seguridad y medio ambiente ascenderán a US$ 26 millones en 2023, además de US$ 10 millones en modernización de tecnologías de la información y otros. Asimismo, se prevén inversiones por US$ 7 millones en la ampliación de proyectos.
Además del CAPEX, Nexa planea invertir en 2023 un total de US$ 110 millones en exploración minera y evaluación de proyectos. También se invertirán US$ 10 millones para mejorar las operaciones actuales y US$ 15 millones para seguir contribuyendo al desarrollo social y económico de las comunidades de los territorios donde actuamos.
Las perspectivas para este año y principios de 2024 se basan en proyecciones y estimaciones que están sujetas a la evaluación continua de una serie de factores, incluidos, entre otros, los precios de los metales; desempeño operacional; costos de mantenimiento e insumos; y tipos de cambio. La estimación de producción de zinc para el año 2023 es de 307 a 351 mil toneladas; cobre entre 31 y 36 mil toneladas; y plomo entre 56 y 71 mil toneladas. Finalmente, la producción de plata está estimada entre 9 y 11 millones de onzas.
Nexa continuará monitoreando los riesgos asociados con las interrupciones de la cadena de suministro global, que pueden verse exacerbadas por la guerra entre Rusia y Ucrania, las condiciones climáticas inusuales, las restricciones relacionadas con la pandemia de COVID-19; recesión mundial y posible impacto en la demanda de zinc; presión inflacionaria de costos; precios de los metales; protestas comunitarias, coyuntura política y cambios en el marco regulatorio que puedan afectar las operaciones, entre otros.