La producción de cobre tuvo un bache en su recuperación después de la cuarentena. Al mes de agosto cayó 2,5% respecto del mes anterior y de acuerdo con el ministro de Energía y Minas, Luis Miguel Incháustegui, esta disminución se debió a la falta de trabajadores, que se han visto afectados por el Covid-19.
Según Karina Zevallos, gerente general de Weir Minerals Perú, y directora de la asociación Women in Mining (WIM), efectivamente, la falta de trabajadores perjudicó tanto la operación directa, como el mantenimiento regular de los equipos. Advirtió que, sin este soporte técnico, la producción también se ve menguada.
“A lo largo del año, las mineras hacen cambios en tuberías o arreglos de equipos pequeños, pero este año estamos viendo que eso está más restringido. Entonces, es más probable que algo falle dentro de la mina, teniendo que hacer una parada. Al final, eso hace que la producción decaiga”, explicó.
Además de los protocolos de ingreso a las minas, que incluyen cuarentenas previas en hoteles, comentó que cuando se registra algún caso de COVID-19, se tiene que aislar la zona y suspender los servicios que se iban a realizar, lo que implica más demoras.
Según Rómulo Mucho, gerente general de Pevoex Contratistas y exviceministro de Minas, el problema es mayor ante la falta de personal capacitado que pueda ser contratado.
“Muchos trabajadores que tenían que retornar a la mina han salido positivos y el protocolo hace que vayan a cuarentena, la mayoría ya se recuperó. Eso hace que no se complete la planilla y sumar nueva gente no es fácil en este momento”, comentó.
Lo que resta del año
Para Zevallos, la seguridad está dentro del ADN de la industria minera, sin embargo, el recurso humano es limitado y por eso, establecieron protocolos mayores a los exigidos. Por ejemplo, señalética de distanciamiento, alimentos sellados o el uso de micas separadoras. Aseguró que, en los próximos meses del año, se tendrán mejores niveles de producción.
“Existe la capacidad nominal y la capacidad máxima de operación. Hoy muchas minas están por encima de la capacidad nominal, y llegando cerca de su capacidad máxima para recuperar este tiempo perdido. Casi la mayor parte de minas grandes están acercándose a esa capacidad máxima”, precisó.
De igual manera, Mucho estimó que las operaciones actuales retomarán su ritmo dentro de poco, y la mayor preocupación debería estar en promover nuevos proyectos.
“Aunque se está superando, entre octubre y noviembre posiblemente ya se esté al 100% de la gente que trabaja en las minas, como Quellaveco que también estaba parado por falta de trabajadores”, indicó.
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