Para el presidente de PERUMIN 36, en el Perú, al menos, cinco grandes mineras se encuentran en franco ascenso a la revolución digital.
¿Qué implica ser una mina inteligente?
La minería inteligente consiste en una transformación amplia de la organización, que repercute en la toma de decisiones a nivel gerencial, las habilidades laborales duras y blandas.
También en la interacción con el personal y las áreas de influencia social, la gestión de los recursos propios y naturales.
Con el propósito de monitorear y automatizar los activos fijos pesados, conectar operaciones dispersas, diversas y bastante remotas, y empoderar y proteger a los trabajadores.
Así, la aceleración tecnológica envuelve a toda la cadena de valor minera y actualmente se halla presente en gran parte de la industria minera mundial.
De esta manera, de acuerdo con una encuesta de GlobalData, el 50% de las compañías mineras realizaron una inversión fuerte en digitalización.
Mientras que el 61% de las compañías declararon haber invertido o instalado completamente los sistemas de telecomunicación, como redes privadas LTE o 5G.
¿Cuáles considera son los principales impactos de poner en marcha una mina inteligente a nivel del sector y a nivel país?
Según Accenture, los principales beneficios de las soluciones digitales son el mejor rendimiento del equipo (47%), los ahorros operativos y administrativos (42%) y la toma de decisiones más eficientes (40%).
Por estas razones, 82% de los ejecutivos mineros consultados dijo querer incrementar sus inversiones en nuevas tecnologías en un horizonte de tres años.
Mientras que un 70% de empresas afirmó utilizar el aprendizaje automático en al menos un área del negocio.
A nivel país, la adopción de la revolución tecnológica 4.0 no solo impacta en el desempeño operacional.
También en el óptimo manejo de los recursos naturales, el mejor relacionamiento con las comunidades y la protección del ecosistema.
Todo ello favorece la buena imagen del Perú ante los inversionistas internacionales, en medio de una coyuntura global donde se prevé que el mercado de la minería inteligente se triplicará para el año 2025, según Mordor Intelligence.
¿Cuáles son las principales tecnologías que se vienen aplicando como parte de una mina inteligente?
Contribuyen a una minería más inteligente aplicaciones como los vehículos autónomos, el monitoreo de condiciones operativas en tiempo real.
También los equipos de perforación conducidos a control remoto, los drones no tripulados para la inspección en campo, el control eficiente de la ventilación y sistemas de almacenamiento de energía.
Todo esto impacta en la mejor productividad, mayor disponibilidad de activos, menores costos operativos y mantenimiento predictivo.
En referencia a los camiones autónomos, expertos internacionales atestiguan sus probados beneficios, como 20% de incremento de productividad, 30% de reducción de costos operativos, 17% de reducción de costos de mantenimiento, 7% de disminución de desgaste de neumáticos, 7% de disminución de consumo de combustible y 90% de disponibilidad prevista.
Más de 1,000 vehículos de este tipo ya se encuentran rodando en todo el mundo y 27 de ellos permanecen en el Perú.
Situación del Perú
¿En qué posición considera se encuentra el Perú sobre el desarrollo de la minería inteligente en relación con los principales países mineros?
Por el nivel de penetración de las tecnologías de inteligencia artificial, gemelos digitales, realidad aumentada, vehículos no tripulados, electrificación inteligente, entre otros.
Puedo sospechar que el Perú a estas alturas debería estar dentro de las 10 jurisdicciones mineras en camino a automatizar y digitalizar la totalidad de su clase empresarial minera, junto a otros países de mayor arremetida tecnológica como Australia, Canadá, Estados Unidos, Suecia y Chile.
Ahora bien, para estimular más la minería inteligente en el país, primero debemos superar ciertos desafíos.
Entre los que se incluyen la cultura organizacional, la poca información, la ciberdelincuencia, la falta de capital, la resistencia al cambio.
Además, la falta de conectividad, la insuficiente madurez tecnológica y los altos costos iniciales para su operación.
Por lo aquí resulta vital que el sector trabaje con los proveedores, la academia y el gobierno.
¿Se tiene un estimado de cuántas operaciones mineras están en un proceso de automatización en sus operaciones?
Se tienen declaraciones oficiales o intenciones de automatizar determinadas minas. La propuesta más madura fue Quellaveco, que nació digital a partir de la implementación de una flota de camiones no tripulados y un centro integrado de operaciones.
Asimismo, tenemos el anuncio de Las Bambas, que aspira a convertirse en una mina inteligente al 2030, objetivo que registra un avance de 60%, y se sustenta principalmente en un centro digital de operaciones.
En paralelo, se están encaminando iniciativas innovadoras en Antamina (Machine Learning en planta concentradora), Buenaventura (perforación de taladros largos con telemetría en Uchucchacua) Cerro Verde (software VIMS para el monitoreo de camiones mineros) y Southern Copper (instalación de red LTE apta para 5G en Toquepala).
Con todo ello, puedo afirmar que, al menos, cinco grandes mineras se encuentran en franco ascenso a la revolución digital.
Factores claves
Una mina inteligente está relacionada con la eficiencia tanto en el consumo de energía como en el del agua. ¿Qué medidas deben adoptar en esa línea?
En vista de que el sector representa el 34% de la demanda eléctrica nacional, hoy la minería apuesta por prácticas responsables de uso.
Según el Ministerio de Energía y Minas (Minem), del total de empresas mineras, el 62% autogenera su propia energía.
Mientras que el 52% realiza acciones de ahorro energético y 96% prefiere invertir en equipos de iluminación eficientes.
Las empresas que no aplican ninguna política de ahorro energético tienen un mayor consumo, 3.89% más respecto de las que sí.
De otro lado, la minería consume el 2% del agua en Perú, en mérito a sus modernos procesos y técnicas de gestión y uso del recurso hídrico, como el tratamiento y recirculación de agua en los procesos productivos, regadío de caminos para el control de polvo, rociado de las zonas de chancado, deshidratación de relaves, etc.
Aparte, se tiene la tecnología de desalinización de agua de mar para operaciones mineras, pero solo dos empresas lo aplican actualmente.
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¿Cuál considera debe ser el compromiso de las empresas mineras peruanas en materia tecnología y ambiental -basándose en la minería inteligente- de aquí al 2030?
La Visión de la Minería en el Perú al 2030 propone alcanzar una industria inclusiva, integrada social, ambiental y territorial, y competitiva e innovadora.
Este último punto resulta importante, pues la inversión en investigación, desarrollo e innovación para implementar mejoras que permitan operar con responsabilidad y altos estándares ambientales.
Así como garantizar el respeto y seguridad de las personas y ecosistemas y aprovechar los recursos de manera responsable.
Este documento es uno de los puntos de partidas que debe encausar la competitividad y sostenibilidad de la minería.
En complemento con las iniciativas tecnológicas de mejora continua que ya se están aplicando en el sector, y gracias a ello hoy tiene un impacto ambiental mínimo, siendo responsable del 7% de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y un actor relevante en la meta nacional de reducir en 30% las emisiones al 2030.
¿El desarrollo de la minería inteligente podría ocasionar una reducción de la mano de obra básica en las operaciones mineras? De ser así, ¿qué acciones deben realizar los trabajadores y las empresas mineras?
El ingreso de las nuevas tecnologías está reestructurando la fuerza laboral de las empresas mineras, y a cambio está incidiendo en la mayor competitividad y seguridad del personal.
Competitividad, porque se cuenta con la capacidad de operar maquinaria pesada de forma remota; y seguridad, porque se elimina la necesidad de realizar labores riesgosas de inspección en instalaciones industriales.
Hoy, el trabajador minero ya no es el mismo de hace 10 años.
Debido al avance de la transformación digital, las tareas no rutinarias aumentarán y las tareas rutinarias disminuirán.
Por lo que en el mediano plazo la gran minería requerirá 86 nuevas competencias en los rubros de extracción remota (voladura), procesamiento automatizado (concentradora) y mantenimiento automatizado (instrumentación y eléctrico).
Será apremiante contar con capital humano más instruido y familiarizado con las nuevas herramientas 4.0.