Un punto que retrasa el despegue de las mineras ‘junior’ son los permisos de exploración que tardan hasta tres años en promedio, más que en Chile o Canadá.
Pese a que las mineras junior son las que descubren las futuras minas, en Perú el 20% de la inversión en exploración es realizada por mineras junior, señaló Miguel Cardozo, director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
Indicó que a nivel nacional 192 empresas realizaron esta actividad el 2022 respecto a las 220 mineras junior del 2021. A nivel mundial tal inversión llegó al 25%.
Su importancia
Cardozo explicó que estas empresas suelen enfocarse en la exploración de proyectos nuevos o “greenfield” y/o zonas poco atendidas, ya que las grandes empresas se orientan a proyectos ‘brownfield’ (ampliaciones e iniciativas para la continuidad de operaciones).
«Son las ‘junior’ las que descubren las futuras minas que demandan alta inversión e intensiva mano de obra. Estas exploradoras dieron los pasos iniciales para el desarrollo de grandes minas como Toromocho, Constancia, Las Bambas y proyectos como Zafranal», sostuvo.
Dijo que la crisis de las ‘junior’ viene del 2012 y 2013. «Ahora vemos una recuperación en marcha, pero no uniforme (en todos los países). En Perú no se da por problemas internos. Las ‘junior’ son menos resistentes a los contextos de crisis y hoy la inversión viene de los grandes operadores”, comentó a Gestión.
Según el Ministerio de Energía y Minas solo una minera junior, Cerro de Pasco Resources, estuvo entre las 10 primeras mineras con mayor gasto en exploración el 2022. En enero del 2023, fue solo una Tinka Resources.
«Las exploradoras ‘junior’ vivieron un “boom” el 2011», comentó Sebastián Cruz, analista senior de Renta Variable en Seminario & Cia. Sin embargo la mayoría no logró desarrollar los proyectos porque no accedieron a financiamiento o enfrentaron problemas sociales.
“Entre las pocas que sobreviven está Panoro Minerals, con un plan de financiamiento por parte de otra empresa para seguir explorando. Para que se desarrolle su proyecto (Cotabambas) hay un paso grande. Está cerca de Las Bambas, en una zona de alto conflicto minero”, sostuvo.
El problema
Para Ricardo Carrión, gerente de Mercado de Capitales de Kallpa, la falta de estabilidad política, social y macroeconómica, limitan un nuevo despegue de las mineras ‘junior’.
“Si bien el precio de los minerales (US$ 4 por libra de cobre) marca un buen momento, los factores locales estarían pasando la factura. El escenario de récord de precios de cobre haría suponer que la exploración va a avanzar, pero no están acompañando los otros pilares en el país”, detalló.
Por su parte, Cardozo indicó que los permisos de exploración en Perú toman ahora entre dos y tres años en promedio, más que en Chile (hasta seis meses) o Canadá (pocas semanas).
Otra barrera que retrasa el despegue de las mineras junior se produjo a mediados del 2018, cuando entró en vigencia el nuevo reglamento de permisos ambientales para exploración minera, mediante la aprobación del DS 042 del Minem que fijaba nuevos parámetros. Por esta demora las exploradoras ‘junior’ tienen dificultades para levantar capital.
“Se estableció el silencio administrativo negativo, la necesidad de consulta previa, un análisis al extremo y otros asuntos, como si fuera ya explotación minera. Es una inversión de alto riesgo. Peor aún si los trámites pueden demorar hasta cuatro años. De 1,000 proyectos, solo 100 llegan a perforación y uno a mina”, añadió.
Para Carrión Perú aún puede volver a atraer a las mineras ‘junior’. No obstante, siempre que haya voluntad política.
“Hay que tener mensajes claros a nivel político. En el periodo de Mirtha Vásquez (ex presidenta del Consejo de Ministros), el mensaje de querer paralizar cuatro minas nos generó una mala reputación. No nos podemos dar ese lujo, pero debemos mirar hacia adelante. Perú tiene un alto potencial de atraer inversiones, pero no es el único en el mundo”, expresó.