El Reglamento Ambiental para la Actividad Minera establece mejoras en el proceso de certificación, al introducir criterios e instrumentos ambientales y sociales que precisan los impactos y las medidas necesarias para el cuidado del ecosistema, señalaron hoy los ministerios del Ambiente y Energía y Minas.
Dicho documento actualiza las normas ambientales del sector minero luego de casi 20 años.
Además, destacaron que incorpora importantes aportes como los términos de referencia comunes y específicos para la elaboración de los Estudios de Impacto Ambiental (EIA), detallado con una estructura que todos los proyectos deben seguir.
También prevé que Energía y Minas realice la evaluación técnica del EIA en paralelo a su elaboración, de manera que el seguimiento temprano optimice el trámite de la evaluación y reduzca el número de observaciones.
Estas medidas, remarcaron, contribuyen al fortalecimiento y optimización del proceso de certificación ambiental.
A su vez, se considera que la certificación ambiental pierde vigencia si dentro del plazo máximo de tres años -posterior a su aprobación-, el titular no inicia las obras para la ejecución del proyecto.
El reglamento está diseñado para regular adecuadamente la gestión ambiental, tanto de las actividades de explotación, como de las plantas de beneficio, transporte, labor general y almacenamiento de minerales.
De igual modo, incluye la elaboración del Plan de Desarrollo Comunitario y del Plan de Gestión Social, con el fin de lograr una transparencia progresiva ante la comunidad.
Para ambos ministerios, es destacable que la evaluación de los EIA se realice a través del Sistema de Evaluación Ambiental en Línea (SEAL), un proceso ecoeficiente en la gestión pública que permitirá distribuir la información de manera electrónica a otras entidades vinculadas al proceso de evaluación ambiental.
Fuente: Andina