Además, el director del IIMP sostuvo que la actividad minera evitó que la economía nacional cayera a -1.5% y que el país se encuentra lejos del mejor promedio anual del 6%.
Durante su presentación en PERUMIN 36, Rómulo Mucho catalogó al corredor económico del sur como “la zona más rica del mundo”, pues engloba a las regiones de Apurímac, Cuzco, Arequipa, Puno, Moquegua y Tacna, donde existen abundantes unidades mineras en operación y depósitos minerales aún no puestos en valor.
“Alguna vez se me preguntó por el tiempo de actividad minera que tendría Tintaya y yo respondí que sería de 100 años. Este yacimiento inició operaciones en 1985 y después de casi 40 años sigue funcionando. Aparte, está en camino el proyecto Integración Coroccohuayco, así que seguramente continuará operando hasta cumplir los cien años”, previó.
No obstante, el director del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú sinceró que el corredor económico del sur no explota su potencial a plenitud debido a la ausencia de gobernanza y de compromiso con el desarrollo, lo que se materializa en propuestas de trabajo que no responden a las necesidades de la población y aumentan la conflictividad.
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“Cada región tiene su plan de desarrollo, pero no hay una herramienta que se estandarice para todos y resuelva las carencias comunes de los distritos mineros. En consecuencia, es lógico que los conflictos sociales aumenten, deviniendo en la postergación de decesiones de inversión y el menor gasto público o el mayor endeudamiento”, comentó el experto.
Por otra parte, contrario a las perspectivas de crecimiento económico nacional que estimaron a inicios de año el Banco Central de Reserva y el Ministerio de Economía y Finanzas, Rómulo Mucho remarcó que la actividad minera será determinante para mitigar el impacto de la recesión económica que viene experimentando el país en 2023.
“Originalmente, se nos dijo que creceríamos 1.1% en el presente año, pero la realidad es que no será ni 0.5%, porque hasta el mes de agosto seguimos en negativo. Es más, si no hubiese sido por la minería, hoy nos encontraríamos en -2 o -1.5% de debilitamiento económico. El crecimiento es el único camino para disminuir la pobreza”, arguyó.
En ese sentido, polemizó que el Perú se encuentra lejos de retornar al promedio de crecimiento anual de 6.1% visto hace diez años, por lo que la reactivación nacional es una obligación y para ello se necesita principalmente estabilidad macroeconómica e institucionalidad, aparte de otros componentes como las inversiones, la productividad y las exportaciones.
“De acuerdo con el Banco Mundial, aproximadamente 85% de la reducción de la pobreza se debe al crecimiento económico, mientras que el porcentaje restante puede incluir a los programas de asistencia social, como Qali Warma y Juntos, siempre y cuando estos alcancen a los más vulnerables”, agregó el exviceministro de Minas del Minem.