MINERÍA. Arequipa.- En una nota de prensa alcanzada a esta redacción (La República) por Southern Perú esta compañía admitió que hay oro en los tajos de cobre del proyecto minero Tía María en Islay. Sin embargo, los técnicos de la transnacional en un foro organizado en el colegio de Abogados negaron que vayan a explotar el metal precioso.
En el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) se menciona que existe oro. Tía María sólo explotará cobre, por eso el EIA habla de proceso para óxidos de cobre. La extracción de oro requiere un sistema distinto, señalaron. “Nosotros extraeremos cobre. El diseño de los tajos es para óxidos (cobre). En ningún momento se calculó los sulfuros (oro)”, precisó el ingeniero Fernando Núñez, gerente de exploración de la minera de Southern Perú.
Insistieron que todo el proyecto está planteado para explotar óxidos. Aclararon que si el objetivo fuese extraer el oro, el proceso tendría que estar formulado para sulfuros.
Tía María está formulada para 18 años y una vez que se concluya esta etapa, la empresa evaluará si es conveniente o no la explotación de sulfuros.
Quienes se oponen al proyecto señalan que habrá contaminación por el oro. Para explotar este recurso se necesita mercurio, un metal pesado altamente contaminado.
La exposición y las aclaraciones sobre el proyecto estuvieron a cargo de Darío Oviedo, director de Servicios Ambientales, José Vargas, gerente de Construcción del proyecto Tía María; Jaime Arana, gerente del proyecto y Fernando Núñez, gerente de exploración.
Las inquietudes sobre el proyecto Tía María fueron expuestas por Marlene Castillo de CooperAcción, Javier Janhcke de la Red Muqui y Otto Ito. Ellos hablaron, entre otras cosas, sobre la incertidumbre que existe por la emisión de polvo particulado, las direcciones de los vientos y las filtraciones. Otto Ito incluso dijo que la empresa mentía al sostener que no extraerá oro.
Sobre las filtraciones, aclararon que de los tajos (Tía María y La Tapada), sólo se extraerá el material que será procesado en la planta de lixiviación que se ubica a más de 10 kilómetros de distancia del Valle de Tambo. Además remarcaron que se implementará un sistema de control para detectar eventuales fugas a través de capas de arcilla y material impermeable.
Fuente: La República