El tema logístico en minería para 2025 apunta hacia una transformación significativa basada en tres pilares principales: tecnología, sostenibilidad y resiliencia operativa.
El tema logístico en minería para 2025 apunta hacia una transformación significativa basada en tres pilares principales: tecnología, sostenibilidad y resiliencia operativa, las cuales buscarán una mejora para promover este sector en beneficio del país.
Al respecto, María Elena Bernal, experta en Supply Chain Minero, señala la importancia de estos aspectos dentro de la cadena de suministros mineros.
“Estas tendencias transformarán el sector minero hacia una logística más eficiente, eco amigable e innovadora, acorde con las demandas globales de sostenibilidad y productividad”.
Tendencias logísticas
La primera tendencia logística en minería se encamina a consolidarse en digitalización y automatización. Aquí el enfoque es en la adopción de sistemas avanzados como gemelos digitales para modelar y optimizar operaciones logísticas; seguir posicionando el uso de vehículos autónomos y drones para el seguimiento del transporte y monitoreo end to end, reduciendo riesgos y costos; así como implementar soluciones automatizadas para mejorar la gestión de la cadena de suministro en entornos remotos.
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Por otro lado, en cuanto a la sostenibilidad, se priorizará la incorporación de flotas eléctricas o de hidrógeno para reducir emisiones; implementación de prácticas de economía circular, promoviendo la reutilización y reciclaje de materiales; la disminución del impacto ambiental en cada etapa de la logística minera: reducción y segregación de residuos y uso de energía renovable. Otro aspecto importante en términos de sostenibilidad será las certificaciones en compras sostenibles y compromisos con la sostenibilidad en la logística incluyendo proveedores.
Asimismo, otra tendencia que se seguirá consolidando para el 2025 será la resiliencia y seguridad. En este aspecto, las empresas mineras considerarán en su cadena logística la diversificación de fuentes alternativas de suministro a efectos de asegurar la continuidad del negocio ante causas sobrevinientes, ciberseguridad, desastres naturales, entre otros. Como, por ejemplo: alianzas estratégicas entre empresas y comunidades para garantizar el acceso a recursos críticos. Modernización de almacenes y centros logísticos con robots y sistemas automatizados. Sistematización que permita la trazabilidad de los procesos de compras y contrataciones.
Además de seguir trabajando en una cadena de suministro diversa e inclusiva, buscando la participación de la mujer en espacios tradicionalmente masculinizados. Y otro punto clave serán las alianzas regionales para tener una fuente de datos de proveedores, sus especialidades, nivel de experiencia y cumplimiento legal-normativo.
Estas tendencias reflejan una evolución hacia una logística minera más eficiente, sostenible y adaptada a los avances tecnológicos, posicionando al sector para enfrentar los desafíos y oportunidades que se presentarán en 2025.