En la plaza de San Francisco de Cocachacra, en la provincia de Islay, la candidata presidencial de Juntos por el Perú, Verónika Mendoza, señaló que si gana la presidencia no permitirá que Southern Perú desarrolle el proyecto minero Tía María y le pedirá que se retire de la zona.
En ese sentido, Mendoza firmó un acta de compromiso para retirar de inmediato a la empresa minera, y también se comprometió a indultar a dirigentes de la zona con sentencias judiciales producto de las protestas sociales.
«Agradecer desde lo más profundo de mi corazón al valle de Tambo por ese ejemplo de valentía, coraje, dignidad y resistencia al sur del país y al pueblo peruano en su conjunto… No han cedido a ni uno de los tres gobiernos sucesivos que quisieron imponer el proyecto Tía María. No han cedido a una empresa corrupta que ha querido dividir a nuestro dirigentes y a nuestro pueblo. No han cedido a la amenaza, chantaje, represión y criminalización… Este pueblo sigue unido en torno a una misma consigna. ‘Agro sí, mina no’. Tía María no va», dijo.
Además, aprovechó la oportunidad para señalar que en su gestión se eliminará el actual sistema de concesiones mineros para garantizar la conservación de valles agrícolas, cabecera de cuencas y parque arqueológicos, además, exigirá que las regalías de las empresas mineras no se paguen del valor de las utilidades, sino del proceso productivo.
Reiteró que impulsará una segunda reforma agraria a través del Gabinete de Desarrollo Rural y Agrario para plantear políticas públicas para modernizar la produccióne los pequeños agricultores, y no solo beneficiar a las grandes agroexportadoras.
Mendoza propuso la creación de una Banca de Desarrollo y Fomento Nacional, con créditos baratos en favor a los pequeños empresarios que compita con los grandes bancos, y culminar la construcción del gasoducto del sur del país para los pueblos más alejados del país.
Finalmente, dijo que, de llegar al poder, el mismo 28 de julio convocara a un referéndum para el cambio de Constitución, además, de una Asamblea Constituyente que integre a todos los sectores productivos, sociales, políticos y que tengan representación los pueblos originarios del país.
Cabe destacar que el proyecto Tía María ya tiene licencia de construcción y cancelarlo significaría entrar en controversia con Southern Perú.