«El problema de Latinoamérica, incluyendo a Perú, es que sus gobernantes son de izquierda y son casi renuentes a bajar los impuestos. Pero hay formas de hacer competir el sector minero», aseveró.
Rubén Arratia, director de Wood Mackenzie Perú, aseguró que la propuesta del Fondo Minero para la Pequeña y Artesanal Minería no funcionará.
«Es un mecanismo que no funcionará porque el tema es estructural. El Perú tiene 18 millones de población económica activa (PEA), y de eso tenemos de 13 a 14 millones de informales, incluyendo los 500 mil mineros informales, que representan menos del 4 %», dijo en entrevista con Rumbo Minero.
Alertó, seguidamente, que «si no se crea masivamente empleo en el país, si los políticos no tienen la visión y el coraje político de sacar los proyectos (mineros), esto que se está viendo va a seguir aumentando».
«Tiene que haber una reestructuración. El diseño organizacional del Estado promueve que el Perú esté sentado sobre una montaña de metales, pero también en una de permisos», agregó.
Para Arratia, Latinoamérica está en una situación complicada y los gobernantes no se dan cuenta que si no se saca a la gente de la pobreza, la informalidad va a seguir aumentando y eso será más grave.
Argentina, nuevo jugador en la minería
En otro momento de la entrevista, el director de Wood Mackenzie Perú manifestó que Argentina se viene convirtiendo en uno de los nuevos jugadores importantes de la minería a nivel global. Destacó, en ese sentido, que Argentina acaba de bajar sus impuestos de 35 % a 25 %, creando, además, un ministerio de desregulación.
Asimismo, «Estados Unidos, de 35 % de los impuestos lo están bajando a 21 % y acaban de formar el departamento de desregulación también, para hacer eficiente su economía».
«En Argentina, con esta etapa de reestructuración que el señor Milei está haciendo, ya está en la capacidad de poder producir 1.1 millones de toneladas adicionales al circuito de cobre, con probablemente unos 22 mil millones de dólares de inversión», anotó.
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Arratia cuestionó «qué va a pasar con los países que tienen altos impuestos, como los casos de Ecuador, Perú y Chile cuya posición competitiva está ubicada en el cuartil de costos más altos».
Así, «el caso de Chile es grave porque toda su minería para el año 2035 debe estar operando con agua desalinizada, lo que significa que no van a poder operar con agua continental». Es decir, «los costos de agua se le van a subir de 0.7 dólares por metro cúbico a 13.7 dólares en algunos casos».
Aranceles de Trump
Al ser consultado sobre la política monetaria del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer aranceles sobre el acero y aluminio, Arratia manifestó que «siempre es bueno poner las cosas en perspectiva de mediano o largo plazo».
«Para el 2050, el Asia va a representar más del doble del producto bruto interno (PBI) de Estados Unidos y Canadá y México juntos. Es decir, de lejos, será mejor para, los próximos 200 a 500 años, hacer grandes negocios con el Asia, y de hecho la mayor parte de las exportaciones mineras de Perú se van a China. Entonces, creo que no debería preocuparnos», afirmó.
De aplicar la misma política sobre el cobre, Arratia explicó que «eso sucedería si Estados Unidos tuviese suficiente cantidad de cobre, pero ellos lo necesitan. Yo no le veo muchas posibilidades, pero aún en el supuesto negado, pienso que el Perú está bastante diversificado en el sentido de que la mayor parte de sus exportaciones está yendo al Asia».
Formalización y competitividad
En otro momento de la entrevista, el experto manifestó que el Perú es un país en donde su gente vive con 22 dólares al día, mientras que en Chile se vive con 47 dólares al día. Recordó, así, que «Chile desarrolló todos sus grandes proyectos, con impuestos bastante bajos y de una manera muy inteligente, que es lo que podría el Perú hacer ahora».
«El problema de Latinoamérica, incluyendo a Perú, es que sus gobernantes en Brasil, en México, en mismo Chile, son de izquierda y son casi renuentes a bajar los impuestos. Pero hay formas de hacer competir el sector minero», aseveró.
Por ejemplo, «se podría tranquilamente no bajar los impuestos a la renta, pero poner impuestos a los dividendos, como lo hizo Chile en los 90. De esa manera, incentivas la inversión, reinvertir, y al final terminas ganando más, porque lo más importante para cuando se quiere atraer la inversión no es por los impuestos, sino por la cantidad de empleo».
Enfatizó que «el empleo genera más del doble que los impuestos que se pagan tanto en Chile como en Perú».
Esa es una forma y la otra es bajando los costo de energía sustancialmente, pues «un país que no tiene energía barata está condenado a no ser competitivo». De esa manera, «el Perú debería también desarrollar el gas del sur, para que puedan operar las plantas de ciclo combinado y tener costos de energía baratos».
«Hay mecanismos, pero sí se requiere de algo que es extremadamente importante: el Perú camina sin una institución cerebral; es decir, no tiene un Cochilco, aquí los ministros pasan y nadie acumula el conocimiento. Cochilco es el ente que ve las políticas mineras, asesora a sus ministros, ve qué está pasando con el agua, qué está pasando con la energía y tiene un Enami para ver cómo manejar la pequeña minería», finalizó.