En la Unidad Minera La Arena (La Libertad) se utilizan especies endémicas para revegetar áreas intervenidas a fin de mantener estable los ecosistemas locales.
En el camino Hacia una Minería Sostenible, la Unidad Minera La Arena de Pan American Silver, continúa trabajando en el cierre ambiental progresivo del proyecto, con el objetivo de restablecer las áreas utilizadas en la etapas de construcción y operación minera. En este marco, decidió revegetar con especies endémicas para mantener las estabilidad de los ecosistemas, restableciendo hábitats para la fauna silvestre, insectos y microorganismos propios de la localidad.
Desde que se inició esta labor, en el año 2012, La Arena ha revegetado 64.7 hectáreas en las diferentes áreas de la operación, en cumplimiento al Plan de Cierre de Minas Progresivo y como parte de su Plan de Manejo Ambiental, para ello se utilizaron especies endémicas como: Quinual (“Polylepis racemosa”), Cortadera (“Cortadeira selloana”), Aliso (“Alnus glutinosa”), entre otras, las mismas que fueron propagadas en el vivero forestal de la empresa.
Además, se han sembrado especies no endémicas o introducidas de rápido crecimiento que protegen y mejoran el suelo como: Rey grass inglés (“Lolium perenne”), Rey grass italiano (“Lolium multiflorum”), Trébol blanco (“Trifolium repens”), Trébol rojo (“Trifolium pretense”) y Avena forrajera (“Avena native”), las cuales fueron adquiridas a los proveedores locales, dinamizando también la economía de sus vecinos.
Este año La Arena tiene programado revegetar al menos 11.6 hectáreas.“Ejecutar cierre progresivo mientras seguimos operando nos ayuda a prevenir riesgos ambientales en aquellos componentes o sectores que ya no están operativos y nos permite restaurar las áreas de la operación de acuerdo a las condiciones del entorno”, expresó Danilo Jurado, superintendente de Gestión Ambiental de la Unidad Minera La Arena.
Asimismo, la revegetación influye en la existencia de plantas que sujetan el suelo y le aportan materia orgánica, y hacerlo con especies endémicas permite restablecer nuevos hábitats para la vida silvestre local y fomenta la presencia de insectos y microorganismos que les ayudan en su crecimiento y a mantenerse sanas, además estas especies tienen una mejor adaptación al suelo y clima de la zona.
