Durante los 18 meses del proyecto participaron más de 250 estudiantes, así como a más de 70 familias de las cuatro comunidades beneficiarias, a través del dictado de talleres y clases de matemáticas, comunicación, ciudadanía e informática.
El proyecto educativo “Jinkay”, iniciativa de Petroperú que significa «semilla» en lengua wampis, culminó con éxito sus actividades de reforzamiento escolar en las comunidades nativas Fernando Rosas, Arutam, Nueva Musa Kandashi y Nazareth. Estas localidades, ubicadas en el distrito de Morona, provincia de Datem del Marañón, región Loreto, colindan con el Oleoducto Norperuano (ONP).
Durante los 18 meses del proyecto participaron más de 250 estudiantes, así como a más de 70 familias de las cuatro comunidades beneficiarias, a través del dictado de talleres y clases de matemáticas, comunicación, ciudadanía e informática. Los cursos, que se impartieron durante cuatro horas diarias por cinco días a la semana, sumaron alrededor de 3,000 horas de clases en total.
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El proyecto incluyó más de 600 visitas domiciliarias de acompañamiento educativo, más de 240 talleres socioemocionales para fortalecer habilidades como la autorregulación emocional y la empatía, así también se potenció la resolución de conflictos. Además, se realizaron más de 60 talleres de sensibilización dirigidos a padres y autoridades, con el objetivo de promover un mayor involucramiento en la educación de sus hijos.
Impulso de capacidades
Asimismo, se enfatizó en el impulso de las capacidades de los estudiantes, su familia y su entorno. Por ello, se realizaron más de 60 talleres de fomento a la lectura y más de 40 talleres sobre la importancia de los hidrocarburos en la vida diaria, enfatizando en su buen uso y adecuada manipulación.
Jinkay también ha marcado un hito importante en las comunidades nativas, incluyendo la implementación de dos bibliotecas comunales con más de 500 libros -donados en su mayoría por los trabajadores de la empresa- así como dos salas de computación equipadas con cuatro laptops cada una con acceso a internet. Estos recursos continuarán contribuyendo a la reducción de las brechas educativas.
Impacto
El impacto de este esfuerzo integral ha sido notable, logrando una mejora de 234 % en los niveles de aprendizaje de los estudiantes en las áreas de comunicación, matemáticas, informática y ciudadanía. También se evidenció un progreso significativo en sus habilidades sociales y en la relación con sus familias.
Jinkay se basó en un enfoque pedagógico innovador y centrado en los estudiantes, promoviendo su empoderamiento para el futuro, mientras fortalecía su identidad a través del uso de la lengua materna wampis en todas las clases. Con este proyecto, Petroperú reafirma su compromiso con la educación, cumpliendo con su política de gestión social en beneficio de las comunidades en sus zonas de influencia.