Cada año, 30 jóvenes provenientes de distintas regiones del país se suman a esta aventura: Umalliq Warmi, programa de liderazgo para mujeres en minería.
Por: María Elena Bernal, experta en Supply Chain Minero.
En un mundo donde las mujeres aún enfrentan barreras invisibles y visibles para alcanzar sus sueños, hay historias que iluminan el camino y nos recuerdan que el cambio es posible. Umalliq Warmi no es solo un programa de liderazgo; es una semilla de transformación que ha germinado en el corazón de muchas jóvenes peruanas, ofreciéndoles las herramientas y la confianza para desafiar un sector históricamente dominado por hombres: la minería.
Cuando en 2021 nació esta iniciativa bajo el impulso de Women in Mining Perú – WIM Perú, lo hizo en un contexto de incertidumbre global. Sin embargo, su propósito era claro: empoderar a las mujeres jóvenes para que pudieran construir su propio destino. Diseñar este programa fue un privilegio, pero también un acto de fe. Creíamos que no solo se trataba de ofrecer conocimientos técnicos, sino de brindar el apoyo y la seguridad necesarios para que cada una de ellas pudiera encontrar su lugar en la industria y transformar su entorno con su talento y determinación.
Cada año, 30 jóvenes provenientes de distintas regiones del país se suman a esta aventura. Mujeres con sueños y aspiraciones, algunas de ellas enfrentando por primera vez la experiencia de viajar solas, de subir a un avión, de dejar a sus familias para sumergirse en un mundo de oportunidades desconocidas. El temor inicial pronto se convierte en determinación, y con cada clase, cada desafío superado, cada mentoría recibida, van construyendo su propia historia de éxito.
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Pero no basta con el conocimiento técnico para abrirse camino en la minería. La fortaleza emocional, la sororidad, la ética y el trabajo en equipo son piezas clave en este proceso. Por eso, Umalliq Warmi ha sido más que un programa académico; ha sido un espacio de crecimiento personal, de hermandad y de construcción de redes de apoyo que se extienden más allá de las aulas. Estas jóvenes no solo aprenden a desempeñarse en la industria, sino que también descubren su propio valor, su voz y su capacidad de liderar.
Hoy, al mirar atrás, vemos con orgullo cómo 119 mujeres han egresado del programa hasta 2024, y cómo el 85% de ellas ya se encuentra trabajando en el sector. Cada una, con su esfuerzo y su pasión, ha demostrado que el talento femenino no solo es valioso, sino esencial para el futuro de la minería en el país. Su impacto trasciende cifras y estadísticas; son historias de resiliencia, de superación, de romper paradigmas y abrir caminos para las que vendrán después.
Este programa ha sido posible gracias a la confianza de empresas mineras, proveedores, organizaciones empresariales y profesionales comprometidos que han apostado por un sector más diverso e inclusivo. Porque el verdadero progreso no se construye en solitario, sino en comunidad, con la convicción de que el talento, sin importar el género, merece ser reconocido y potenciado.
Aún queda mucho por hacer. Pero cada historia transformada, cada barrera derribada y cada puerta abierta nos recuerda que vamos por el camino correcto. Desde WIM Perú, seguiremos trabajando incansablemente para que más mujeres encuentren en la minería no solo una oportunidad laboral, sino un espacio donde puedan brillar, liderar y hacer historia. Porque cuando una mujer avanza, avanzamos todos.