La apuesta de este proyecto se encuentra orientada al bienestar físico y socioemocional de los estudiantes mientras se coloca a la escuela como el eje de desarrollo del territorio.
En Cajamarca la educación se está transformando con el proyecto “Escuelas Felices”, iniciativa impulsada en coalición por la UGEL Cajamarca, Enseña Perú, Universidad Nacional de Cajamarca, Toronja Central de Comunicadores y Newmont ALAC, que viene trabajando por segundo año consecutivo en los distritos de Cajamarca, Los Baños del Inca y La Encañada.
La iniciativa tiene el objetivo de brindar oportunidades de bienestar físico y socioemocional a los estudiantes, componente fundamental para logro de aprendizajes y desarrollo personal.
Parte de esta transformación se evidenció en las “Feli-ferias”, actividad que logró la movilización de más de 1,200 estudiantes, padres de familia, docentes, directores, líderes, autoridades comunales y representantes de la Dirección Regional de Educación quienes compartieron aprendizajes, experiencias y estrategias pedagógicas que dan solución a distintas problemáticas del entorno escolar y comunal.
“Estas ferias han sido fundamentales para fortalecer la articulación de toda la comunidad educativa, han visibilizado cómo han ido construyendo sus aprendizajes los mismos estudiantes y cómo lo ponen en práctica, los proyectos que han presentado han sido creativos centrados en la sana convivencia y el desarrollo emocional», dijo Luis Llaque, director de la UGEL Cajamarca.
Yanacocha: «Escuelas felices» promovió fiesta educativa con más de 1,200 cajamarquinos
«Me ha gustado mucho ver a las autoridades comunales, líderes madres, padres disfrutando en una fiesta educativa eso es lo que marca la diferencia de este trabajo”, resaltó.
Los trabajos presentados son resultado de un proceso de capacitación y acompañamiento a más de 360 docentes y 4,610 estudiantes, entre los que se destaca la revaloración de juegos tradicionales, la implementación de espacios para la lectura y recreación, biohuertos y proyectos productivos innovadores a partir de lo que produce cada caserío, que rescatan tradiciones, costumbres y la valoración entre padres e hijos, fortaleciendo el tejido social de la comunidad.
La maestra Jéssika Yssike de la institución educativa de Llushcapampa Baja, mencionó que “esta experiencia ha sido enriquecedora porque nos ha permitido hacer un diagnóstico del estado emocional de los niños y hemos generado distintas acciones como identificar a los sabios de la comunidad y generar alianzas para fortalecer sus habilidades y emociones, ha sido muy lindo fomentar la participación de los padres y que ellos se conecten con sus hijos”.
Es así como el trabajo en alianza público-privada pone a la escuela como el eje de desarrollo del territorio donde el rol de cada actor es fundamental para el logro de objetivos comunes.