El níquel, cobalto, litio y las tierras raras se posicionan como alternativas complementarias de materia prima para el desarrollo de vehículos eléctricos y centrales de energía limpia.
Enrique Garay, miembro del Comité Consultivo de proEXPLO 2023, sostuvo que es necesario que en Perú el gobierno y la academia trabajen en conjunto para la elaboración de mapas metalogenéticos sobre la ubicación de depósitos prospectivos de minerales de tierras raras.
“Los geólogos conocemos la ubicación de ocurrencias de cobre y oro porque tenemos mapas metalogenéticos desde la década de 1950. Por ende, deberíamos contar con material similar enfocado en los elementos de tierras raras que necesita la minería del futuro”, propuso.
Durante su participación en el Jueves Minero del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, mencionó que el níquel, el cobalto, el litio, y las tierras raras se posicionan como alternativas complementarias de materia prima para el desarrollo de vehículos eléctricos y centrales de energía limpia.
“Tomando en cuenta este panorama, probablemente Perú albergue yacimientos de níquel y cobalto en la cordillera oriental de los Andes, aunque su descubrimiento podría implicar desafíos de carácter ambiental y social, pues se trata de una zona de selva alta”, analizó.
En ese sentido, contextualizó que la alta demanda de los minerales en cuestión a nivel global ha motivado al fabricante tecnológico Tesla a cerrar compras a largo plazo de litio, níquel y cobalto con empresas mineras dedicadas a la explotación de estos recursos geológicos.
“China controla el monopolio de producción de tierras raras en el mundo y no tiene competidor. Por lo tanto, se configura un escenario de demanda futura que el Perú debe aprovechar y es necesario que incentive la exploración de nuevos commodities”, subrayó.
Cobre, producto estrella de la transición energética
De otro lado, comentó que el cobre sigue siendo el producto esencial que guiará al planeta hacia la meta de carbono neutralidad para el año 2050, debido principalmente al reemplazo del parque automotor de combustión por autos propulsados con energía eléctrica.
“El consumo de cobre registrará un crecimiento exponencial por la fabricación de vehículos eléctricos que requieren cinco veces la cantidad de este metal, así como por los planes de descarbonización de grandes empresas mineras como BHP, Rio Tinto y Vale”, avizoró.
Evolución humana gracias a los recursos minerales
Finalmente, el ejecutivo senior de exploración y geólogo de minas repasó que la evolución de la humanidad se dio por el aprovechamiento de los recursos del subsuelo, desde la edad de piedra, pasando por las edades de bronce y hierro, hasta llegar la edad tecnológica.
“Cada vez se incrementa el número de materia prima que se requiere. Primero fueron los molinos de granos, luego las máquinas a vapor, después los motores a combustión, y ahora las soluciones tecnológicas, como los celulares, iPads, redes de comunicación, etc”, expresó.