Productores de olivo y otros se han beneficiado con créditos de Agro Quellaveco. Además, proyectos del Fondo Quellaveco impulsaron el crecimiento de cultivos orgánicos, producción de algas, erizo, corvina, entre otros.
Ilo cumplió 52 años de creación, constituyéndose en un importante motor para la economía de la región Moquegua y el sur del Perú. Desde el 2011, Anglo American ha promovido las oportunidades de desarrollo en la provincia de Ilo, impulsando iniciativas dirigidas a productores agrarios y agrupaciones de pescadores, entre otros, alcanzando a cientos de beneficiados en los proyectos del Fondo Quellaveco y Agro Quellaveco.
Desde su inicio en mayo de 2020, como un aporte para la agricultura regional afectada por la pandemia, Agro Quellaveco ha permitido a los agricultores de la región acceder a crédito de bajo interés para la compra de insumos que les permitan mantener sus cultivos, fortalecer su producción y así reactivar sus actividades.
Gracias a ello, en la provincia de Ilo, se han otorgado créditos por un valor de S/. 849,125.20, atendiendo a productores dedicados a la producción de olivo, palta, hortalizas y aquellos dedicados a la crianza de porcinos.
De estos créditos otorgados, un 95% fueron destinados para la compra de insumos y un 5% para la compra de semovientes; siendo la cadena productiva del olivo, la de mayor importancia en relación a las colocaciones de créditos en la provincia de Ilo, con un 62% del total de desembolsos.
Fondo Quellaveco: Innovando con productores ileños
Desde su creación en el 2011, el concurso de proyectos del Fondo Quellaveco ha tenido activa participación ileña, resultando en iniciativas que han cosechado grandes logros.
Así el proyecto de Cultivos orgánicos de olivo en El Algarrobal benefició a más de 120 productores de olivo que mejoraron sus cultivos y pudieron recuperar el valle olivícola que alberga árboles con aproximadamente 400 años de antigüedad, mejorando además el estado sanitario de las plantaciones y reduciendo el nivel de infestación de plaga (Orthezia olivicola) de 74.5% a 38% con la instalación e implementación de un laboratorio de producción de insectos y hongos entomapatógenos, para el control biológico de la plaga. De esta manera, los ingresos de los productores se incrementaron en 65% en promedio.
Además, se capacitó y mejoró la productividad de 80 pescadores artesanales en el cultivo de macroalgas, adoptando exitosamente una tecnología importada para mejorar su productividad y motivando sinergias con instituciones del Estado interesadas en masificar y mejorar esta iniciativa.
De igual manera, se realizaron mejoras en el proceso de captura de la pota, beneficiando a 120 pescadores artesanales, siendo el beneficio más apreciado la transferencia de la tecnología para el uso del sistema de foto-estímulo, que redujo el tiempo de las faenas y permitiendo la captura de otras especies marinas como complemento de su actividad principal.