El presidente de Petroperú destacó que el complejo se va autosostener y con el tiempo podrán pagar todos los créditos que se hicieron para su construcción.
La Refinería de Talara estará lista para operar a fines de octubre a más tardar. Así lo aseguró el presidente de Petroperú, Humberto Campodónico, agregando estar muy confiado en que se cumplirá el cronograma de obras.
En diálogo con en el programa «Las Cosas Como Son» de RPP, Campodónico recordó que «la refinería misma se empezó a construir en el 2014, pero las llamadas unidades auxiliares comenzaron dos años y medio después. A fines del 2017 y principios de 2018».
«Hubo una serie de problemas con el tema de las licitaciones, finalmente son deudas de Petroperú, y eso ha aumentado la inversión que antes se preveía iba a ser por parte de los privados», indicó.
El ejecutivo destacó, en otro momento, que la Refinería de Talara se va autosostener y con el tiempo podrán pagar todos los créditos que se hicieron para su construcción.
«La refinería es rentable y se va a auto sostener y reembolsar los créditos. Está previsto que los ingresos van a pagar todos los créditos, tiene una tasa interna de retorno, eso es un tema de la más alta importancia. Buena parte de países que no tiene petróleo sí tienen refinería porque es un negocio y hay un margen de refinación importante debido al conflicto Rusia Ucrania», anotó.
Estados financieros
Campodónico reveló que están próximos a presentar los estados financieros auditados de la estatal, realizados por PricewaterhouseCoopers (PwC).
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«Antes del 31 de agosto debe salir el informe de auditoría. Han sido muy prolijos en revisar nuestros estados financieros, sobre todo la del último trimestre del 2020, cuando se iniciaron las discusiones», precisó.
Remarcó que «una empresa como Petroéru que tiene deudas incluso internacionales, no puedo no tener estados financieros porque es como no tener DNI, no se le acepta líneas de crédito, baja la calificación crediticia, se pierde la confianza, entre otros».
Recordó que lo sucedido con la firma auditora PwC «llegó a ser una pelea entre ellos y la administración anterior y para las relaciones comerciales es una pésima señal para los inversionistas internacionales».
