El resultado se debe a la mayor comercialización de vehículos livianos (SUV, todoterrenos, camionetas, Pick Up, furgonetas, automóviles), explicada por mejores sistemas de financiamiento y licitaciones con el Estado; y vehículos pesados (camión, tractocamión) por demanda del sector minero.
La Asociación Automotriz del Perú (AAP), luego de revisar las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática – INEI, determinó que la actividad económica nacional volvió a expandirse en agosto del presente año.
El ente estadístico informó que el índice de la producción nacional anotó un crecimiento de 1.68% en el agosto de 2022 respecto al mismo mes del año anterior, ligeramente superior al 1.41% registrado en julio pasado y por encima de lo esperado por el consenso del mercado (1.4%).
El resultado responde al incremento en las actividades de los sectores Construcción, Transporte y Almacenamiento, Alojamiento y Restaurantes, Comercio, Agropecuario, Electricidad Gas y Agua y Otros servicios. Sin embargo, se observó contracciones en los sectores Minería e hidrocarburos, Financiero y Seguros, Telecomunicaciones, Manufactura y Pesca.
En cuanto a los principales componentes de la demanda interna, la AAP indicó que la inversión en construcción registró aumento de 5.62% y el consumo de los hogares, reflejado en las ventas al por menor, presentó una variación de 1.4%. Por otro lado, creció la demanda externa de productos no tradicionales en 14,45%, entre ellos agropecuarios, textiles, químicos, metalmecánicos y mineros no metálicos.
“Se debe señalar que la producción nacional en el periodo enero-agosto de 2022 se ubicó en 3.02% y durante los últimos doce meses, setiembre 2021-agosto 2022, presentó un incremento de 3.71%. En tanto, el índice desestacionalizado de la producción nacional en agosto registró una variación de 0.26%, respecto al mes inmediatamente anterior”, precisó el gremio automotor.
Al desagregar la información por sector económico, la AAP destacó que el sector Comercio se expandió 2.26% interanual en agosto último, y cuyo subsector al por menor creció 1.24%, mientras que al por mayor lo hizo en 2.59%.
“Analizando los resultados del comercio automotriz, vemos que éste creció 2.72%, su menor nivel desde inicios del 2021″, dijo el gremio.
Respecto a este subsector, «consideramos que el resultado se debe a la mayor comercialización de vehículos livianos (SUV, todoterrenos, camionetas, Pick Up, furgonetas, automóviles), explicada por mejores sistemas de financiamiento y licitaciones con el Estado; y vehículos pesados (camión, tractocamión) por demanda del sector minero».
De igual manera, el mantenimiento y reparación de vehículos automotores aumentó por mayor demanda de servicios de lavado, reparación y mantenimiento preventivo y correctivo (fallas y averías).
«No obstante, disminuyó la venta de partes, piezas y accesorios de vehículos automotores, por reducción de importaciones; y la venta, mantenimiento y reparación de motocicletas y de sus partes, piezas y accesorios por menor demanda”, subrayó.
Asimismo, la AAP, luego de realizar una evaluación global de las cifras, observó que, el comportamiento de la actividad económica en agosto continuó desacelerándose, confirmando sus perspectivas mencionadas ya meses atrás.
El gremio indicó que «el crecimiento de la economía ha seguido siendo sostenido por la recuperación de los sectores rezagados tras la pandemia, como hoteles y restaurantes, transportes, y servicios de entretenimiento y turismo, así como otros servicios, en sus componentes educación, salud, servicios inmobiliarios y personales. Todos ellos se reactivaron significativamente tras la eliminación de la mayoría de las restricciones».
«Sin embargo, actividades como minería e hidrocarburos, servicios financieros y pesca vienen anotando un desempeño negativo. Para lo que resta del año, esperamos que la economía continúe ralentizando su expansión hasta cerrar con un crecimiento cercano al 2.7%”, acotó.
Finalmente, para el gremio automotor, es importante seguir con detenimiento los factores de riesgo que podrían mermar el dinamismo económico, como la creciente incertidumbre política que enfrenta el país, la cual le resta predictibilidad al manejo económico, generando que las expectativas de los inversionistas y consumidores se ubiquen en terreno pesimista.
El incremento de los precios de los alimentos, principalmente agropecuarios, debido a la falta de fertilizantes, podría provocar un repunte de la inflación, reduciendo la capacidad adquisitiva de las familias.
“Precisamente, para tratar de frenar las presiones inflacionarias, el BCRP volvió a incrementar su tasa de interés de referencia, lo que elevaría el costo del financiamiento para personas y empresas, y lo vuelve más restrictivo. Por último, en el plano externo, la guerra entre Rusia y Ucrania, y el deterioro de las perspectivas de crecimiento de la economía global, siguen siendo las principales preocupaciones para nuestro país”, sentenció.