Actualmente y pese a contar con reservas potenciales de hidrocarburos, solo se produce el 25% de combustibles que consumen las actividades económicas del país. El resto debe ser importado por un valor anual de al menos US$ 6.000 millones.
La producción nacional de petróleo no logró las expectativas de recuperación durante el año 2022 y solo alcanzó los 40.538 barriles de petróleo por día (BPD), según información de PerúPetro. Este resultado es ligeramente superior a lo obtenido al cierre del año 2021 (38.391 BPD).
Las razones que explican estos bajos resultados están asociadas a los conflictos en la zona selva de nuestro país, región donde se genera más de la mitad de la producción petrolera.
Los continuos ataques al Oleoducto Norperuano (ONP), la única infraestructura de transporte en esta zona ha sufrido 14 ataques con más de 50 cortes intencionales, en el último año, afectando la salida de crudo desde la selva a la costa; este panorama sumado a las continuas amenazas a los lotes petroleros conllevó a la disminución de la producción.
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La situación por la que atraviesa la industria nacional de hidrocarburos sigue siendo crítica. Actualmente y pese a contar con reservas potenciales de hidrocarburos, solo se produce el 25% de los combustibles que consumen las actividades económicas del país. El resto debe ser importado por un valor anual de al menos US$ 6.000 millones, equivalente a más 10% del presupuesto público para el 2023.
“Es urgente aprobar medidas que garanticen la continuidad de los proyectos de exploración y producción de hidrocarburos y que permitan licitar exitosamente y en mejores condiciones los yacimientos con contratos que se vencen en los próximos meses y que los ingresos que generan a favor del Estado y se destinan a las regiones, sean invertidos eficazmente para mejorar los servicios de salud, educación y saneamiento”, dijo Felipe Cantuarias, presidente de la SPH.
Cabe señalar que, entre enero y noviembre del año 2022, de acuerdo con los reportes de PerúPetro, el pago por canon petrolero y gasífero fue poco más de US$ 944 millones, el cual fue distribuido de la siguiente forma: US$ 696.2 millones para Cusco, US$ 52.6 millones fueron para Loreto, US$ 15.5 millones para Ucayali, US$ 5.8 millones para Puerto Inca, US$ 139.4 millones para Piura y a Tumbes le correspondió US$ 34.9 millones.
