Augusto Cauti Barrantes,
Abogado – Ex Viceministro de Minas
En este escenario, resulta claro que, a la fecha, los impactos negativos causados a la economía peruana como consecuencia de la pandemia del Covid-19, se han visto acrecentados con los resultados de la primera vuelta electoral que originaron incertidumbre y no menos vaivenes en nuestra ya golpeada realidad nacional ante dicha pandemia. Sin embargo, ellos deberían ir quedando de lado y, por el bien del país y especialmente de la población más vulnerable, se requerirá de un Gobierno que arranque con reconocimiento preciso de la situación, planes efectivos a ser ejecutados inmediatamente y equipos que, primordialmente, sean experimentados en los quehaceres públicos.
Las crisis de diverso calibre que nos vienen azotando, a saber la sanitaria, económica, social, laboral, requieren de una pronta y eficaz atención y solución, utilizando todos los recursos que estén disponibles tanto desde el sector público, como del privado. En términos generales, si revisamos los datos y cifras de los últimos 10 años, la minería formal peruana representa alrededor del 10% del PBI nacional, un 60% de las divisas que provienen de las exportaciones totales y un 15% de toda la inversión privada en el Perú, por lo que quien asuma las riendas del Gobierno tendrá que reconocer que el sector minero es esencial para la economía y el desarrollo del país y, en esta coyuntura, particularmente para la recuperación económica nacional tan golpeada por la pandemia, como ha sido el caso también de varios países en el mundo.
Entre los principales factores para sacar adelante esta compleja situación, tenemos los precios de las materias primas, la vasta cartera de proyectos y la rápida vacunación de la población ante el Covid-19. Este último factor está en marcha, pero debe ser acelerado para dar mayor tranquilidad a los ciudadanos a la hora de iniciar o seguir retomando sus actividades, con más seguridad y menos riesgo. En cuanto a los precios de las materias primas, el Perú es líder mundial de cobre, cuyos precios se encuentran cotizando a niveles históricos y tienen fundamento para sostenerse en esa tendencia en los próximos años; además, somos líderes en exportaciones de molibdeno, zinc, plata y oro, entre otros, cuyos precios también se mantienen expectantes. Con este otro factor al alza, resulta obvio decir que las inversiones fluirán como lo requiere el país para generar más empleo, divisas y, principalmente, recursos que se conviertan en transferencias que, a su vez, sirvan para satisfacer las necesidades básicas y fundamentales de la población, incluyendo puntualmente agua, saneamiento, educación y salud, especialmente.
Adicionalmente, el Perú cuenta con el factor de una numerosa y variada cartera de inversiones mineras que, de un lado, incluye grandes proyectos que se están construyendo y que deben terminarse, como Quellaveco, Ampliación Toromocho y Mina Justa, las cuales mantienen buenos niveles de avance y que, en el caso de los dos primeros, continúan ejecutando inversiones importantes; y, del otro lado, incorpora el posible inicio de la construcción de hasta siete pro…