Carlos Aguirre, Profesor de la Maestría en Finanzas
de ESAN Graduate School of Business.
Una vez que una empresa minera está en operación es necesario tener un proceso de aprobación de proyectos mineros que creen valor compartido con todos los stakeholders, incluyendo a los accionistas que invierten recursos financieros en la empresa esperando obtener una rentabilidad
que los compense al menos por el riesgo asumido.
Los proyectos por aprobar por una empresa minera en marcha podrían ser de renovación de equipos, mejoramiento de procesos, explotar una nueva zona mineralizada, reemplazar un estator del molino de bolas, introducir una nueva tecnología, entre otros.
Como se puede observar en la Figura 1 (se presenta un Estado de Situación Financiera o Balance General a valores de mercado), los activos netos son las inversiones netas (activos totales menos
el pasivo corriente operativo).
Los Pasivos Corriente Operativos son los pasivos que no tienen costo financiero y que se generan espontáneamente por la propia actividad del negocio (cuentas por pagar a proveedores, ingresos
diferidos, otras cuentas por pagar, etc.). Los activos netos son financiados, en parte, con deuda y, en parte, con capital.
La deuda tiene un costo de Kd (Tasa de interés) y el dinero de los accionistas también tiene un costo (no es gratis), el Ke, el mismo que busca compensarlos por el tiempo y por el riesgo asumido al invertir su dinero en dichas acciones y negocio.
Cuando una empresa invierte en algún proyecto, invirtiendo en activos netos del proyecto que se suman a los activos netos de la empresa, espera que estas inversiones generen flujos de caja futuros; la rentabilidad de estos proyectos se expresa, por ejemplo, en la tasa interna de retorno del proyecto (TIR) que sería la rentabilidad promedio anual del proyecto. Esta tasa habría que compararla con lo que nos cuesta financiar el proyecto. Pero, ¿Cuánto le cuesta a la…
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