A pesar del contexto externo favorable para las exportaciones mineras, el Ranking de Competitividad Mundial 2024 ubica al Perú en el puesto 63 de 67 países.
Por: Eduardo Alvia, Associate Partner de Auditoría de EY Perú.
Nuestro país ocupa un lugar importante en el ranking de producción minera mundial. De acuerdo con el Mineral Commodity Summaries 2024, el Perú se posicionó a nivel global como el 11° productor de oro, 3° de plata, 2° de cobre, 2° de Zinc y 5° de plomo. En adición, según el Banco
Central de Reserva del Perú (BCRP), las exportaciones mineras expresadas en valor FOB (no incluyen los costos asociados al traslado, como seguros o fletes) crecieron en 6.8% en el primer semestre del año 2024, respecto al primer semestre del 2023, destacando el mayor volumen exportado de estaño en 40.2%, oro en 15.9%, hierro en 12.6% y plata refinada en 9.5%.
Bajo este breve contexto: ¿Cuál es el aporte de la minería a la economía peruana? El sector minero aporta significativamente a la economía peruana como generador de divisas y empleo, esto sumado a su capacidad para generar ingresos fiscales por impuestos S/ 12,650 millones en el 2023, lo que representó el 9.7% del total de ingresos tributarios recaudados por la Sunat), y contribuye también con el canon (porcentaje del impuesto a la renta que obtiene el Estado
por la explotación de los recursos minerales) y promoción de recursos directos en las regiones donde se desarrollan las actividades extractivas.
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Por ejemplo, en el año 2023, se registraron mayores niveles del Producto Bruto Interno (PBI) primario impulsado principalmente por el crecimiento significativo de la minería metálica en 9.5% (BCRP 2023). En complemento, en el año 2021 el Instituto Peruano de Economía (IPE) indicó que la actividad minera, por cada empleo directo, generó empleos en el resto de la economía: 1 por efecto indirecto, 3.25 por efecto inducido en el consumo y 2 por efecto inducido en la inversión, teniendo la capacidad de emplear alrededor de 4.6 millones de trabajadores entre mano de obra directa e indirecta.
Entonces, al ser el sector minero clave para la economía peruana, ¿Qué desafíos enfrenta el sector y qué se recomienda para continuar desarrollando exitosamente la cartera de proyectos mineros que posee el país?.
El Perú cuenta con aproximadamente US$ 53.7 mil millones de proyectos de inversión minera en cartera, de acuerdo con el Ministerio de Energía y Minas. Además, el Banco Mundial (2021) manifiesta que el Perú incrementó en dos millones de toneladas métricas su producción de cobre en las dos últimas décadas, teniendo un gran potencial para hacerlo nuevamente e incrementar un volumen de producción similar hasta el 2040, considerando la creciente demanda internacional.
No obstante, se estima que, de los proyectos mineros en cartera, unos 23 proyectos, que contemplan una inversión conjunta de US$ 30 mil millones, se encuentran retrasados por factores ajenos a la voluntad de las empresas (IPE, 2024).
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Por ejemplo, de los 118 conflictos socioambientales activos y latentes dispersos por todo el territorio nacional, el 63.6% (75 casos) está relacionado con la actividad minera, de acuerdo con el último reporte de la Defensoría del Pueblo a abril de 2024. Por lo tanto, frente a este caso, es importante crear un entorno de legitimidad social, especialmente en las comunidades cercanas a las zonas de influencia, a través de proyectos sostenibles para el entorno.
Por otro lado, a pesar del contexto externo favorable para las exportaciones mineras, el Ranking de Competitividad Mundial 2024 ubica al Perú en el puesto 63 de 67 países. En ese sentido, se debe robustecer la eficiencia y transparencia gubernamental (instituciones públicas) y dirigir las inversiones con el objetivo de lograr mayores niveles de producto, el cierre de brechas en infraestructura básica, tecnológica e investigación y desarrollo. Todo ello con el objetivo de
alcanzar niveles de crecimiento de economías avanzadas.
Asimismo, se recomienda trabajar en fortalecer la estabilidad política, económica y la seguridad jurídica, ya que son áreas fundamentales para que el país siga siendo atractivo como receptor de inversión minera.
También es importante la generación de oportunidades para el desarrollo económico local, regional y nacional, lo cual debe ser abordado a partir de una responsabilidad compartida entre el Estado, empresas mineras y sociedad civil. Esto a raíz del cambio tecnológico, la innovación, las mejoras de productividad y la adopción de estándares de sostenibilidad más estrictos que implique la reducción de emisiones de carbono, la reducción del consumo de agua, y la reducción y reciclaje de desechos industriales (Banco Mundial, 2021).
Es momento de aprovechar las proyecciones que indican un futuro incremento de la demanda y precios de los minerales -mucho de ello por el cambio de la matriz energética mundial que se está viviendo- y destrabar y promover las inversiones en el sector que beneficiarán enormemente al país.