La producción nacional de cobre de enero a noviembre de 2024 fue de 2,472,307 TMF o 1% menos que el mismo periodo en el 2023.
Por: Jose E. Gonzales, Editor Internacional Rumbo Minero America Mining.
El Ministerio de Energía y Minas (Minem) reportó en enero de este 2025 que la producción nacional de Cobre de noviembre de 2024 llegó a las 241,883 Toneladas Métricas Finas (TMF) -2.1% más que en el mes de octubre y 4.6% menos que en noviembre del 2023- y que la producción total de enero a noviembre fue de 2,472,307 TMF o 1% menos que el mismo periodo en el 2023.
Sí la producción de diciembre del año pasado es similar a la de noviembre, la producción total del 2024 estaría por debajo de la del 2023 y no alcanzaría la meta de 2.8 millones de toneladas esperada por el Minem, generando que ciertos analistas en el país y el extranjero hablen de un “Plateau” en la producción de Cobre nacional.
Tal aseveración representa una afirmación singular y clave en lo que se refiere al entendimiento cabal de las dinámicas de producción de Cobre en el país, la dimensión en la inversión en producción del mismo y el impacto de ambas en la producción e ingreso mineros nacionales hacia el futuro, no el inmediato sino el de largo plazo en el que, precisamente, habrán de desarrollarse la electromovilidad, la transición energética y la digitalización de la economía global que hacen del Cobre el metal fundamental de la Nueva Era de la Electrificación.
1980
En una entrevista («A Look at Historical Copper Prices» Investing News Network, June 27, 2024) a Stefan Ioannou, Analista Minero en Cormark Securities, Melissa Pistilli establece que para definir los factores históricos que han afectado el precio del Cobre, lo más pragmático es mirar los precios desde los años 1970 o 1980.
Eso se debe, según Ioannou, al auge de la tecnología moderna de “Lixiviación en Pilas”, la que, habiéndose utilizado duran te mucho tiempo en operaciones mineras, no comenzó, en su forma moderna, a ganar popularidad sino hasta alrededor de 1980.
“Eso cambió fundamentalmente la forma en que extraemos Cobre”, explicó loannou. “Hasta entonces, gran parte de la minería de Cobre se centraba en la Mineralización de Sulfuro para producir Concentrado de Cobre que se enviaba a una fundición. Con la tecnología de Lixiviación en Pilas, de pronto los Pórfidos Gigantes (y) las Capas Oxidadas, asociadas con los Grandes Pórfidos en América del Sur, se volvieron viables”.
Eso suena como una buena noticia para aumentar la oferta de Cobre, señaló Pistilli, pero, como indicó loannou, los depósitos a gran escala suelen ser de baja calidad, lo que significa que son más costosos de explotar a pesar de lo relativamente barato de los métodos de Lixiviación en Pilas.
Si bien loannou sostiene que la dinámica de la oferta y la demanda es la principal impulsora de los precios del Cobre, la calidad y los costos de producción también son factores. En la medida que la demanda de Cobre siga creciendo, sostiene Ioannou, y dado que “se ha extraído la fruta al alcance de la mano”, los mineros deberán buscar cada vez más “depósitos más difíciles, grandes, de baja calidad y costosos” que favorecerán la producción de Cobre Peruano a futuro.
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