ENTREVISTA SUSANA VILCA, PRESIDENTE CONSEJO DIRECTIVO DEL INGEMMET
Existe un proyecto de ley de coordenadas geográficas que permitirá que nuestra minería ingrese a un mundo más globalizado. ¿Podría comentarnos de qué se trata?
Contamos con un proyecto de ley aprobado por unanimidad por la última Comisión de Energía y Minas del Congreso de la República, pero ahí se ha quedado. Esperamos que el Parlamento tome una firme decisión de apoyar la cartografía nacional oficializando el sistema de cuadrículas mineras en coordenadas UTM – WGS84.
Sabemos que está para que el Pleno del Congreso apruebe este proyecto, porque queremos entrar a un mundo globalizado para usar este sistema estándar al que estamos obligados porque el ente rector, que es el Instituto Geográfico Nacional, así lo ha declarado bajo norma. Esperamos la ley para aplicarlo.
Nos ayudará a limpiar algunas áreas que tenemos como caducas y que todavía figuran en el Catastro Minero Nacional. Ello para evitar las malas interpretaciones de que existen muchas áreas concesionadas a la actividad minera. He allí la importancia de esta ley.
En cuanto al tema de petitorios mineros, ¿cómo nos ha ido respecto al año pasado?
En petitorios mineros habíamos bajado en el 2013, pero nos hemos recuperado con el número de solicitudes para concesiones mineras, el cual sigue de manera horizontal porque hay un poco más de exigencia en la evaluación, sobre todo con las no metálicas, pues requieren ver minuciosamente el tema del terreno superficial. En estos casos, hay que trabajar con las Direcciones Regionales de Agricultura y toma su tiempo. Por eso no se titulan rápido. Sin embargo, entre enero y julio del presente año, se ha recibido 4317 petitorios.
¿Cuáles son las zonas o regiones donde se presentan mayores petitorios y/o concesiones?
De enero a julio, en Puno se ubica la mayor cantidad de petitorios mineros solicitados, probablemente debido a que el año pasado culminó los 36 meses de suspensión establecida por el D.S.033-2011-EM en este departamento (ello por lo ocurrido con Santa Ana de Bear Creek).
Sin embargo, cabe precisar que en los dos últimos años, la mayor cantidad de petitorios mineros se ha formulado en las regiones de Lima, Arequipa y Ancash.
En cuanto al origen del inversionista, ¿China continúa siendo el que lidera este ranking?
A pesar del receso que tiene, China es el país que más invierte en nuestra minería.
Estuvimos en el último Congreso del Cobre en Chile y los chinos expusieron que se están proyectando a comprar más cátodos de cobre. Entonces siendo China nuestro principal mercado y teniendo esa visión de ya no comprar solo materia prima, Perú está obligado a procesar sus recursos.
Entonces tenemos que pensar en fundiciones y refinerías. Es el gran reto que debemos ir pensando como país. Creo que si antes no lo hacíamos por motivación propia, ahora lo vamos a tener que hacer por obligación, sino no vamos a poder vender nuestro producto.
Hay que pensar con tiempo cómo lo haremos, planificando y ejecutando.
¿Qué otros países continúan viendo al Perú con fuerte interés para invertir?
Canadá, Australia, India y Corea. Japón también viene mucho por temas energéticos. Hay mucho interés, a pesar de lo que pueda haber y que las junior hayan parado.
En estas épocas de bajas se debe seguir estudiando para que, cuando suba el precio de los metales y mejore el mercado, se pueda entrar ya a la producción.
Ver esos ciclos es interesante para no perder tiempo.
Teniendo recursos y entidades que promuevan la inversión minera en el país, ¿la conflictividad social parece estar frenando los grandes proyectos que se tenían en cartera?
El tema de conflicto nace, más allá de terceras personas que agitan las masas, por desinformación. Creo que hay que empezar a educar a la gente, para que comprendan qué implica vivir en medio de recursos minerales.
Tienen que entender y combinar la parte ambiental para darle valor a esos recursos. Hay que hacerles entender cuáles son sus derechos y obligaciones. Tienen que saber cuánto y qué contienen porque en la misma naturaleza hay también elementos tóxicos.
En el caso de Espinar, por ejemplo, se quejaban por el mercurio, pero revisando la historia, antes de que llegara la inversión, notamos que siempre ha habido este elemento nocivo en sus zonas altas. Hay que explicarles – en su lenguaje y con total transparencia – los productos que tienen. Con eso hasta sabrán negociar mejor con el inversionista.
(La entrevista la encuentra en la edición impresa y virtual de su revista RUMBO MINERO Nº 89)