Mayerling Zambrano
Socia de Auditoría de EY
Debido al escenario económico global, la minería no se encuentra en el mejor momento. El poco crecimiento de China, que nos impacta directamente, y por otro lado la lenta recuperación de la economía de Estados Unidos, nos están jugando en contra.
No es muy diferente la situación en el Perú. La inversión en exploración minera ha disminuido por segundo año consecutivo: en el año 2014 solo pudimos atraer US$ 558 millones, y cabe recordar que el año 2012 se tuvo una inversión en exploración de US$ 1,035 millones.
De acuerdo al estudio elaborado por EY “Riesgo de la industria minera 2015- 2016”, el sector global minero está aún en medio de efectuar correcciones para ajustarse al contra-ciclo en los metales, en medio de una tormenta de precios bajos y volátiles que ocasiona impactos sin precedentes sobre las ganancias, balances generales y percepciones de los inversionistas del sector.
En ese sentido, se han identificado los 10 riesgos significativos (ver cuadro adjunto) que, en una escala de mayor a menor riesgo, son los siguientes:
- Cambio en el crecimiento. La decisión de invertir para crecimiento del futuro se debe tomar “ahora”: enfocarse en la identificación oportuna de inversiones que permitan mejorar la economía del proyecto; en buena cuenta, redefinir los productos o enfoques geográficos, entrar en negocios conjuntos, buscar nuevos socios estratégicos y transformar su cadena de valor.
- Mejorar la productividad. Vital para la supervivencia y la prosperidad: la mejora en productividad es una fuerte ventaja competitiva para los que han sido los primeros en adoptarla, seguir concentrándose en el manejo eficaz de los datos para entender lo que es la productividad, y estar midiendo y monitoreando el desempeño y la productividad de largo plazo.
- Acceso al capital. Un tema de supervivencia: debido a la escasez de capital de riesgo, las empresas se enfrentan a aceptar las opciones disponibles, las cuales pueden dar lugar a altos costos de capital, pérdida de control y correr el riesgo de no seguir evolucionando en el proyecto. Es crítico alinear los objetivos estratégicos a largo plazo, enfocados en la obtención de capital con el fin de satisfacer las necesidades a medida que el proyecto progresa en sus diversas fases.
- Nacionalismo de recursos. El aumento de impuestos y fomento de la transparencia ha ido en aumento en los últimos tiempos. Hay una percepción de que las compañías mineras aún no están pagando su participación equitativa de los ingresos que generan. Las compañías mineras deben, en ese sentido, seguir demostrando el valor que están devolviendo a las comunidades, creando así un mejor entendimiento del nacionalismo de los recursos.
- Licencia social para operar. Mantener la licencia social, sobre todo en el Perú, es un riesgo multifacético y de muchas partes interesadas que mantiene complejas relaciones que deben negociar. Con las mega inversiones de millones de dólares en proyectos en ejecución, es crucial tener un involucramiento continuo, una colaboración y comunicación eficaz con todas estas partes interesadas y esperar cada vez más soluciones mutuamente benéficas.
- Volatilidad de los metales y monedas. El legado que dejó el súper ciclo para la minería es una “súper corrección”, con mercados que finalmente se corrigen a través del mecanismo del precio: a mayor estímulo de precio, tanto en escala como en duración, mayor la corrección. Sin embargo, no todos los mercados de todos los productos básicos corregirán al mismo ritmo y con la misma duración. Es por esa razón que hemos experimentado impactos negativos de muchas monedas frente al dólar, como es el caso de Perú. Para protegerse, es importante que todo programa de cobertura considere ambas partes de la volatilidad: precio y moneda.
- Riesgos de ejecución de proyectos de capital. A pesar de que muchas empresas mineras han mejorado la madurez del proceso del diseño de ingeniería, los proyectos continúan experimentando importantes costos y excesos con respecto al presupuesto. El reciente estudio de EY sobre proyectos globales de capital reveló que, a pesar de que existen habilidades presupuestales cada vez más maduras, el 69% de los megaproyectos enfrentaban sobrecostos respecto del presupuesto de un promedio del 62%, lo que afecta directamente la productividad del capital y el desempeño comercial. ¿Cómo minimizarlo? Implementando un marco de gobernanza de reportes con indicadores y tendencias, asignando contingencias de costos adecuadas y tiempo en los presupuestos y alineándolas con los distintos escenarios futuros.
- Acceso a la energía. La energía es clave para que el proyecto minero sea sostenible, rentable e ininterrumpido. Para ello, se requiere un enfoque integrado desde la concepción y fase inicial del proyecto, siendo una alternativa innovadora el uso de fuentes renovables de energía.
- Seguridad cibernética. La piratería cibernética se ha vuelto más generalizada y sofisticada. La seguridad de la información necesita ser una prioridad a nivel de la junta directiva y debe ser manejada de forma descendente.
- Innovación. Clave para el crecimiento, pero donde se muestra mayor retraso: el primer camión automatizado fue visto hace 20 años y aún no hay una flota completa que exista en una mina. En un índice de comparación en base a los ingresos, el sector gasta un 90% menos en tecnología e innovación que el sector petrolero. Sin embargo, existen muchas oportunidades de innovación para agregar valor al sector de minería y metales. Los beneficios de la innovación son claros y aquellas empresas que alientan la innovación pueden mejorar su posición en la curva de costos en relación a sus pares.
Como se puede observar del cuadro adjunto, comparativamente los riesgos han cambiado significativamente desde año 2008 (punto máximo del súper-ciclo de los metales) cuando el mayor riesgo era la escasez de habilidades, seguido por la consolidación de la industria, el acceso a la infraestructura y la obtención de la licencia social. Entonces, el riesgo se enfocaba en cómo prepararse para atender el súper-ciclo y estaba visto con una visión de corto plazo, no importando en ese momento el aprender a vivir con escasez.
Pero a diferencia del año 2008, los riesgos en el 2015 y para el 2016 apuntan a concluir que las empresas que manejen mejor los riesgos comerciales, que están en constante evolución, estarán mejor posicionadas para prosperar y sobrevivir en la próxima fase ascendente en el ciclo de los metales.