A fin de seguir creciendo y afianzando su presencia en el país, Fernando Arrieta, CEO de Alpayana, indicó que la empresa tiene entre sus principales objetivos identificar oportunidades de expansión a través de la compra de unidades mineras.
Para Alpayana, ¿Qué representan sus unidades Americana, Yauliyacu, Iscaycruz y Morococha? Y desde que entraron en operación ¿Cómo ha sido el desenvolvimiento productivo de ellas?
Alpayana se formó como compañía hace 37 años, con nuestra primera unidad minera Americana. Dicha unidad representó la operación más importante de la empresa y a lo largo de los años, fue nuestro soporte principal para el crecimiento de Alpayana como grupo.
A finales del 2022 se concreta la compra de dos unidades mineras: Yauliyacu e Iscaycruz, ambas manejadas anteriormente por Glencore. Yauliyacu es una unidad minera que se adquirió en operación, con la cual venimos trabajando en un proceso de integración y migración hacia la cultura Alpayana. Cabe resaltar que, debido a su proximidad en ubicación con nuestra unidad
minera Americana, Yauliyacu presenta muchas similitudes. Una de las principales es el mineral extraído, lo que facilita la comercialización.
Respecto a la unidad minera Iscaycruz, estamos en la búsqueda de nuevos recursos y reservas que permitan dar continuidad a la operación, así como trabajando con las comunidades que forman parte de nuestra zona de influencia. Así, buscamos ayudar a la generación de empleo mediante la implementación de programas que ayuden a crear oportunidades de negocio que generen un impacto real y positivo en las personas. Actualmente, Iscaycruz cuenta con permisos
para planta, relavera y operación, lo cual facilitaría el inicio de las operaciones.
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Por otro lado, la unidad minera Morococha se encuentra actualmente en etapa de cuidado y mantenimiento. No obstante, esta unidad posee un gran potencial de exploración, ya que cuenta con buenas reservas y recursos minerales. Además, se encuentra en un sitio geológico privilegiado que le brinda un valor agregado como operación.
¿Qué mejoras tienen proyectado hacer -en equipamiento e infraestructura- para elevar su productividad en estas unidades? Y ¿A cuánto asciende el monto de inversión?
Hoy en día, las mejoras que tenemos proyectadas se encuentran enfocadas en las unidades mineras Americana y Yauliyacu. Esto se debe a que ambas cuentan con nuestras plantas principales. Así, estamos apuntando a aumentar la capacidad de planta en ambas, y apostamos
por la mejora tecnológica para la obtención de mayor producción, así como mayores recuperaciones.
En mina estamos realizando inversiones de desarrollo bastante grandes en todas las unidades mineras y de integraciones para ayudar a que sean más productivas. Mientras, desde el frente de productividad, tenemos como meta que las unidades de nuestro grupo estén 100% mecanizadas, incluyendo a Morococha, una vez que esta inicie sus operaciones. A la fecha, Yauliyacu está mecanizada al 100% y Americana se encuentra mecanizada al 95%.
En los últimos años la transformación digital y automatización está presente en diversas unidades mineras. ¿Cómo han integrado estos avances tecnológicos en sus operaciones?
Desde Alpayana buscamos ser reconocidos como el grupo minero peruano referente en la región por nuestros altos estándares en seguridad, excelencia operativa e impacto positivo. Para ello,
consideramos a la transformación digital como un eje fundamental para lograrlo. A lo largo de los últimos años, hemos formado una gerencia de Transformación Digital con la cual venimos integran
do avances tecnológicos enfocados en mejorar la seguridad y la productividad en la operación.
Lea la entrevista completa en nuestra edición 160 de Rumbo Minero, aquí.