Dadas las proyecciones de retracción de la economía del país para este año, por efecto de la pandemia del Covid-19, la minería peruana –como lo han señalado diversos especialistas– bien podría constituirse en la base para la reactivación productiva. Para lograrlo, sin embargo, se requiere de acciones y medidas urgentes que apunten a resolver las trabas que han frenado y frenan su desarrollo pleno. ¿Cuáles? Manuel Fumagalli, presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), las enumera en la presente entrevista, a la vez que hace un balance actual del sector y traza sus perspectivas.
Como se hizo evidente durante el pedido de confianza del Gabinete Cateriano, en el Congreso existe una marcada percepción de que las acciones de apoyo al gobierno central y a los gobiernos regionales, desplegadas por la industria minera para contener el avance del Covid, han sido ejecutadas para obtener un beneficio propio. ¿Por qué cree que se da ese hecho?
Porque la situación por la que estamos atravesando a causa de la pandemia y por la crisis económica que ha generado, saca lo mejor y peor de todos, lo que se traduce no solo en comentarios que no se ajustan a la verdad, sino en el hecho de no querer dar a conocer las cosas buenas que se hacen desde el sector privado. Y es que, contra lo que se afirma, el sector minero no solo ha desplegado acciones de solidaridad con las comunidades desde siempre, sino que, ante la actual situación excepcional, lo ha hecho de manera más intensa porque se trata de combatir no solo la pandemia del coronavirus, sino los efectos tremendos que ella viene generando en la salud y la economía del país.
Como gremio, ¿tienen un balance de lo que la minería peruana ha aportado para contener la pandemia?
Sí. Hemos calculado que, entre las empresas mineras agremiadas, hemos brindado diversos tipos de apoyo y colaboración en 21 regiones del país, y hemos ejecutado alrededor de 400 acciones. En el plano de la salud, por ejemplo, hemos apoyado con la provisión de oxígeno, que era tan necesario, no solo donando 1,500 balones de oxígeno sino también 11 plantas de oxígeno a nivel nacional, y donaremos incluso otras adicionales. Igualmente, hemos donado pruebas rápidas, equipos médicos, EPP y desplegado nuestro apoyo en capacitación, lo seguimos haciendo. Nuestro apoyo ha sido muy grande y continuará siéndolo.
En esa misma línea, en el plano económico, sumándonos a los esfuerzos para lograr la reactivación, estamos apoyando a las empresas locales de los lugares donde operamos con el desarrollo de programas de capacitación para ayudarlas a saber cómo enfrentar esta situación. Y es que, si bien el apoyo en el ámbito de la salud es importante, creemos que la colaboración en los aspectos relacionados con la reactivación económica son críticos, porque no vamos a poder salir de la crisis de salud si no salimos de la crisis económica.
No obstante, lo que requiere para lograrlo es del esfuerzo articulado de todos.
En efecto, y debemos decir al respecto que hemos visto que la articulación es un aspecto a mejorar de acá para adelante, porque esta situación tiene para largo.
Es precisamente por ello que, con ese objetivo, hemos creado ‘Com-Unidad’, una plataforma en redes en la que hemos detallado toda esa información y todos los proyectos de responsabilidad social y de apoyo que vienen dando todas las empresas mineras agremiadas para contener el avance de la pandemia. Lo que queremos lograr a través de ella es dar a conocer a todo el mundo lo que hemos hecho, pero también que ella sirva para articular esfuerzos con los distintos gobiernos, nacional, regional y local, con el fin de que esos esfuerzos sean más eficientes.
Diversos estudios afirman que, dada la actual situación, no se alcanzarán los estimados de inversión minera previstos para el sector a inicios de año. ¿Cuál es el balance que tienen de la situación actual de la minería peruana y cuáles son sus proyecciones?
La reactivación ayudó a que paulatinamente nos vayamos acercando a los niveles
existentes antes de la pandemia, aunque a la fecha hay proyectos que no han llegado a alcanzar aún los niveles de
personal que tenían antes de esa situación. Ese es, por ejemplo, el caso de Quellaveco, que tenía alrededor de 9,000
trabajadores. Pero somos conscientes de que, en la actual situación, no podemos apuntar a tratar de llegar a las mismas cifras que se tenía antes de la pandemia, ya sea de operación o inversión.
¿Qué debemos hacer para lograrlo?
Si queremos revertir esta situación, que de acuerdo a los estimados del Banco Mundial generará un retroceso del PBI nuevos proyectos; cuánta mayor inversión tendríamos y cuánto empleo formal podría generarse, todas las variables con las que bien podríamos darle vuelta a la situación por la que está atravesando el país.
Ver entrevista completo AQUÍ
Descargar Revista Completa AQUÍ