Félix Guerra, Presidente del ISEM
A propósito de realización del XXII Seminario Internacional de Seguridad Minera, Rumbo Minero conversó con Félix Guerra, máximo vocero del Instituto de Seguridad Minera (ISEM), entidad especializada en el rubro, para conocer los avances y agenda pendiente del sector en esta materia.
¿Cuál es el balance de lo avanzado en el rubro de seguridad en el sector minero peruano?
Personalmente, creo que el balance es positivo porque la tendencia de accidentabilidad está yendo a la baja pero, sobre todo, por cómo las empresas están mejorando en índices más importantes que los relacionados a las estadísticas de accidentes; es decir, por la proactividad que están mostrando para mejorar sus sistemas de seguridad, hacer auditorías, obtener certificaciones y, en general, consolidar su cultura de seguridad.
En ese sentido, hay una mejora notable en la cultura de prevención de accidentes, así como un descenso en los registros de pérdidas humanas. Porque, como decimos siempre, si hay un solo accidentado, entonces aún tenemos aspectos por mejorar.
¿Qué tipo de accidentes fueron los más comunes en ese año?
La caída de rocas sigue siendo el tipo de accidente más común. Sin embargo, la frecuencia del índice de caída de rocas actualmente, por ejemplo, es al menos 10 veces menor que en la década de 1980.
Las minas se están mecanizando más y utilizan métodos más masivos para la explotación. Asimismo, hay mucha más inversión en equipos automatizados, sistemas de sostenimiento con shotcrete, conocimiento mayor del macizo rocoso, etcétera.
En este momento, todas las medianas y grandes empresas mineras formales, las cuales son supervisadas por Osinergmin, Sunafil, entre otras entidades, tienen sistemas de seguridad muy buenos.
¿Cuál ha sido el impacto del Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería en la prevención de riesgos?
Ha tenido un impacto positivo. Pero, ojo, no solo es el reglamento lo que ha hecho que la seguridad mejore, pero sí ha contribuido a ese resultado.
Ahora, el gran problema de la legislación es cuando quiere gestionar la seguridad. Porque ella puede establecer estándares mínimos en seguridad, pero no puede meterse a gestionar los programas de seguridad de las empresas mineras.
Y es que hoy en día las empresas se mueven mucho más rápido que la legislación. Ahora, por ejemplo, la legislación propone exigencias puntuales, pero en seis meses las empresas ya están aplicando nuevas técnicas y sistemas para optimizar sus procesos de seguridad laboral, con lo que dejan atrás a las propuestas legislativas.
Pese a eso, los fiscalizadores te exigen que sigas cumpliendo las exigencias del pasado, y así no debe ser. La tecnología se mueve a la velocidad de la luz, mientras que la legislación se mueve a la velocidad de la carreta.
¿Observa usted mayor conciencia y compromiso de los trabajadores mineros para cumplir con las disposiciones y normas para cuidar su integridad y salud?
Así es. El trabajador minero de este siglo es completamente diferente al de años anteriores. Entiende mucho mejor el riesgo. Por supuesto que todavía hay inconvenientes, pero eso nos demuestra que existe espacio para mejorar.
Ahora, por ejemplo, hay una evolución significativa en las capacitaciones. El Instituto de Seguridad Minera (ISEM) lo demuestra, y no solo a través de cursos de inducción, sino en el apoyo práctico en la gestión de la capacitación de las empresas.
En los últimos cinco años, hemos logrado más de 6 millones de horas/hombre de capacitación. Como resultado, hemos detectado que ahora los trabajadores conocen mejor los riesgos y las medidas de control, a la vez que han adquirido conocimientos.
No obstante, es errado pensar que basta con aplicar más horas de capacitación al trabajador minero, cuando lo más importante es la calidad con la que se instruye, de manera que las personas entiendan exactamente lo que tienen que hacer ante una situación de emergencia.
¿Qué actividades comprenderá el XXII Seminario Internacional de Seguridad Minera?
El XXII Seminario Internacional de Seguridad Minera es un espacio que sirve para conocer y compartir las nuevas tendencias y las mejores prácticas en materia de seguridad minera, las que son presentadas por especialistas y representantes de las empresas mineras del Perú, así como por expositores internacionales.
Adicionalmente, el encuentro comprende el Concurso Internacional de las Mejores Prácticas de Seguridad Minera, al cual se han presentado 56 trabajos este año, número que ha superado al registrado en la edición del 2017.
Asimismo, expertos nacionales e internacionales intercambiarán conocimientos sobre los avances tecnológicos en seguridad.
Pero además del seminario propiamente dicho y el concurso de las mejores prácticas de seguridad, el seminario comprenderá también el concurso de las empresas mineras más seguras del 2017 y la feria de seguridad minera.
Fernando Borja, Gerente general del ISEM
“EL NÚMERO DE ACCIDENTES HA DISMINUIDO AMPLIAMENTE”
Fernando Borja, Gerente General del ISEM, reveló que en la industria minera el tipo de accidente más concurrente es el derrumbe y caída de rocas, el cual representa el 30% dentro del común de accidentes.
Al respecto, el ejecutivo detalló que “ese porcentaje no ha descendido, pero lo que sí ha variado, para bien, es el número de accidentes, ya que ahora no son 100, sino 40 o menos”. “El número de accidentes ha disminuido ampliamente. No olvidemos que hace 20 años, la minería del Perú registraba más de 100 accidentes por año”, acotó.
Asimismo, mencionó que el segundo tipo de accidente más recurrente es el de caída de personas, el cual todos los años representa entre 10% y 15% del total. No obstante, indicó Borja, este es el tipo de accidente más sencillo de controlar.
Reglamento de Seguridad
De otro lado, Fernando Borja comentó que la legislación para mejorar la seguridad y salud en la minería no es la solución única a los problemas que se presentan en este rubro, pero sí es un elemento que contribuye a prevenirlos y evitarlos.
En ese sentido, señaló que es recomendable actualizar periódicamente el Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en Minería con participación del sector minero. “Porque el Estado debe legislar y fiscalizar. Pero gran parte de la seguridad minera depende de la prevención, y esa tarea es ejercida por la propia empresa”, sostuvo.
De igual manera, sostuvo que, como parte de esa actualización, el Reglamento debe adecuarse a la modernidad de las nuevas técnicas aplicadas en el sector minero.
Capacitación de calidad
Al respecto, Borja citó como ejemplo el Reglamento de Seguridad N° 055 (2010), en el que se exigía una matriz de cursos con horas obligatorias, exigencia que se corrigió en el Reglamento N°024 (2016) al establecer que la capacitación para los trabajadores dependerá del puesto de trabajo que ocupen.
“Ahora, el Reglamento 024 tiene un enfoque más realista”, afirmó. “Y es que, antes, un trabajador a cargo de la labor minera recibía la misma capacitación que un trabajador administrativo”, agregó.
“Debe haber una retroalimentación positiva entre la empresa y los colaboradores para el cumplimiento de las medidas de seguridad, y también para inculcar los procesos a aquel trabajador que cometa errores”, concluyó.
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