La exacerbación política que vive el país como resultado del enconado enfrentamiento entre el Ejecutivo y Legislativo, ha alcanzado en las últimas semanas niveles tales que sus consecuencias, como los han advertido diversos observadores, podrían ser graves para el presente y futuro del Perú. Para entender ese escenario configurado, las motivaciones de los principales actores, así como las posibles soluciones de la compleja trama de la que somos parte todos, conversamos con Jaime de Althaus, Antropólogo, Analista Político y Activo partícipe del debate político nacional.
¿Cuál es su lectura de la situación por la que está atravesando el país?
Que estamos en una situación política sumamente compleja; tanto, que podría llevar a un desenlace final del Gobierno o del Congreso. Y que es claro, además, que cualquiera de las dos situaciones va a llevar al país, una vez más, a una situación límite.
¿Cree que eso es lo que busca el Gobierno tras la reciente presentación de la Cuestión de Confianza por partedel premier Aníbal Torres?
En efecto, creo que, bajo el manto de un lenguaje engañosamente conciliador, lo que ha hecho el Presidente del Consejo de Ministros es declararle la guerra al Congreso porque lo que ha planteado es una Cuestión de Confianza contra una ley (31399) que lo único que hace es repetir lo que ya está en el artículo 206 de la Constitución; es decir, que cualquier reforma constitucional, como la de una asamblea constituyente, debe pasar por el Congreso antes de ir a referéndum.
Por tanto, no corresponde porque essobre una materia que no tiene nada que ver con ninguna política de Estado ni de gestión del Ejecutivo. En suma, creo que lo que busca el Gobierno es crear una confrontación artificial con el Congreso para obtener réditos políticos y crear las condiciones para el cierre del Parlamento, al más puro estilo vizcarrista.
Lo que sorprende, además, es que pretenda utilizar el mismo ardid interpretativo de Martín Vizcarra para lograr su objetivo. En efecto, porque sabiendo que el Congreso, con razón, declarará improcedente o inadmisible la Cuestión de Confianza, se adelanta sacando de la manga un argumento increíble como el del “rehu samiento”.
Ese es un argumento falaz con el que el Premier está delatando lo que en realidad el Gobierno quiere, que es declararla “denegación fáctica” de la Cuestión de Confianza, plantear una segunda y así, avanzar así hacia la disolución del Congreso.
Por tanto, la ‘denegación fáctica’ no cabe, y el Gobierno lo sabe. Sabe que por la ley 31355, que regula la Cuestión de Confianza y que fue convalidada por el Tribunal Constitucional, eso no es posible. Pero, una vez más, quiere pasar por encima de la ley y para lograrlo lo que está haciendo es política, política populista.
Lea la entrevista completa en nuestra edición 150 de Rumbo Minero.