Actualmente, la compañía tiene en el Perú tres proyectos que están siendo desarrollados y que junto con otros más, representan una inversión de US$ 8,000 millones para los próximos años.
A inicios de marzo se realizó el PDAC, un evento minero en el que el Perú participa desde hace 10 años. ¿Por qué es importante un evento como el PDAC para la minería peruana y qué beneficios se ha logrado en estos años?
El PDAC tiene una gran ventaja para nosotros y es que pone a la minería peruana y, en particular, a los proyectos o prospectos de exploración en vitrina; y eso siempre es un tema de gran importancia, porque los proyectos y las operaciones mineras que conocemos hoy, en su momento fueron proyectos de exploración.
Es como el punto de entrada de nuestra actividad. Para poder tener una mina dentro de algunos años, debemos de tener hoy en día un proyecto de exploración; luego, un proyecto con estudio de factibilidad y, en fin, todos los requisitos que corresponden tanto económicos, técnicos como ambientales y sociales para que el proyecto vaya adelante.
En ese sentido, pensamos que el PDAC es una gran oportunidad para que las compañías peruanas y de otros países, como Canadá, conozcan los proyectos que hay en el Perú.
La Bolsa de Valores de Lima (BVL) es una bolsa minera, al igual que la Bolsa de Valores de Toronto (Toronto Stock Exchange-TSX); entonces, creo que el hecho de participar en el PDAC nos permite tener una exposición importante porque el financiamiento en la etapa de exploración es un hecho fundamental de todo el proceso de desarrollo de un proyecto.
Creo que estos dos elementos ponen en vitrina al futuro de la minería en el Perú. Además, permiten a los inversionistas conocer los proyectos y ver la posibilidad de que los financien, ya son ellos quienes conocen estos temas y se encuentran reunidos en Canadá.
Considerando el tema político: ¿cree usted que la imagen del Perú podría verse afectada por el ruido político?
Esperamos que el año 2019 sea diferente al 2018. Dudo que las situaciones que ocurrieron el año pasado se vuelvan a repetir. El 2018 fue un año en el que hubo un clima de gran confrontación política entre el Poder Ejecutivo y el Congreso; renunció el Presidente de la República; el del poder judicial y el proceso de Lavajato causó detenciones inimaginables a comienzos del 2018.
Más bien, nuestra visión o percepción es que este 2019 va a ser un año en el que, si bien seguiremos viendo algunas noticias fuertes relacionadas con los escándalos de corrupción, esperamos que el sistema siga procesando esto de manera correcta.
Por el lado del sector minero, cada uno de los participantes del PDAC estamos comprometidos con el país en el largo plazo.
En el caso de Southern Copper, venimos operando en el Perú desde 1960, año que se inauguró la mina de Toquepala y la Fundición de Ilo; ya llevamos casi 60 años de exitosa operación en el Perú.
Recientemente, hemos terminado la construcción de una nueva concentradora con la cual la capacidad de producción de la mina de Toquepala ha subido de 125,000 a 225,000 toneladas anuales de cobre fino contenido en concentrados. Es un número bastante importante en la producción de cobre que refleja el compromiso de trabajo que la compañía tiene en el Perú.
En esa línea, usted mencionó que un segundo aspecto del PDAC es la exposición para el tema de financiamiento. ¿Southern Copper ha apuntado hacia ese objetivo?
Nuestro deseo es transmitir nuestra experiencia a los inversionistas internacionales. Nosotros consideramos que el Perú es una magnífica plaza para el desarrollo de la minería y por esa razón apoyamos esta iniciativa. La idea es tener un rol similar al de los embajadores de la imagen del país.
Por el lado de la empresa, actualmente tiene en el Perú tres proyectos que están siendo desarrollados. El primero es Tía María, que pensamos que está prácticamente listo para que se inicie la etapa de construcción; el segundo es el proyecto Los Chancas, ubicado en Apurímac y en el cual estamos empezando el Estudio de Impacto Ambiental (EIA); y el tercero es el proyecto de Michiquillay ubicado en Cajamarca y que ganamos en una licitación del Estado en febrero del 2018 y donde estamos iniciando los trabajos a nivel técnico y social.
Entre estos tres proyectos y otros más, la empresa tiene alrededor de US$ 8,000 millones para invertir en los próximos años en el Perú.
Se debe tener presente que Southern Copper por el tamaño de sus proyectos y por contar con los recursos disponibles no buscará financiación en el PDAC; sin embargo, si consideramos importante que haya una minería fuerte, porque una minería fuerte va a requerir de proveedores de buen nivel y eso es muy importante para nosotros.
En el caso de tía María, usted mencionó que ya podrían empezar la construcción. ¿Cuándo podría darse?
Estamos hablando con miras al 2019. Lo que está pendiente es que el Gobierno entregue la autorización de construcción para Tía María y con eso ya podemos empezar estas labores.
Por parte del gobierno, hay una preocupación por el tema social. Nosotros consideramos que se ha avanzado bastante en esto y por ello, creemos que el proyecto está muy cercano y se debe iniciar su etapa de construcción.
¿En el caso de Michiquillay, ha tenido la empresa contacto con el nuevo gobernador de Cajamarca?
Sí, hemos tenido un contacto inicial bastante positivo.
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