RUMBO MINERO conversó con el CEO de una de las mineras más grandes del Perú y presidente de la quinta edición de Expomina Perú. Con la franqueza y claridad que lo caracterizan, realizó un balance sobre el desarrollo del sector minero cumplido el tercer año de gobierno, evaluó algunas de las medidas del denominado ‘Paquete reactivador’ y trazó algunas de las perspectivas a que se enfrentará la actividad minera y la economía el país.
Como presidente de Expomina Peru 2014, ¿cuál es su mensaje a los proveedores tomando en cuenta el actual contexto minero que se desarrolla esta actividad?
Nos gusta siempre ver las cosas con optimismo, con un toque de realismo, y creo que se presenta una coyuntura muy especial. La reciente aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Tía María es un paso muy positivo; el hecho que la ampliación de Cerro Verde siga en presupuesto y en tiempos también es una noticia que nos tiene que llevar a satisfacción.
Asimismo, Las Bambas ya tiene una estructura accionarial más clara, después del proceso de venta, factor que también contribuye a que ese proyecto se desarrolle de manera armónica; al igual que la puesta en marcha del proyecto Constancia y otros proyectos.
Sin embargo, creo que también debemos vislumbrar que ante la evidencia de que la permisologia y el retraso de las exploraciones han desacelerado algunos proyectos, vemos que el gobierno ha tomado algunas medidas positivas para revertir esta situación.
Ante eso, considero que los proveedores mineros deben ver con optimismo que el sector minero va a seguir adquiriendo bienes e insumos que ellos nos proveen. No debemos caer en el fatalismo; por el contrario, debemos seguir trabajando y saber que el sector minero se sigue encadenando con los proveedores y, esencialmente, con todos los estamentos de la sociedad y de la economía peruana.
Podemos ser optimistas, entonces.
Yo creo que, pruebas al canto, debemos esperar porque vendrán más proyectos. Pese a que considero que hay un aspecto que no se está tocando y es el de las expectativas de las comunidades, especialmente rurales, donde se cree que todas las minas son extraordinarias y no es así.
Que es una de las herencias que nos dejó la coyuntura de extraordinarios precios de los minerales.
Se debe entender que hay marginalidad en las minas; es decir, hay minas que tienen menos recursos, menos leyes y, por lo tanto, no es que puedan dar de todo.
Ni a todas las comunidades, como se pide.
Definitivamente, de lo que se trata es que los beneficios (de la actividad minera) lleguen a ellas vía desarrollo y no necesariamente como dinero al bolsillo de cada una; es decir, que esos beneficios le permitan tener una buena carretera, buenas comunicaciones; eso tienen que entender. También tienen que pensar en el largo plazo y no solo en el corto plazo y en el beneficio personal. Eso tiene mucha influencia de las decisiones del Estado, pero tiene que ver mucho el cómo se quiere moldear el futuro estas comunidades.
Todo esto tiene un impacto sobre los proveedores ya que el hecho de que las cosas comiencen a avanzar mucho más rápido va a hacer que haya muchas más compras de parte de sector minero, que es un puntal en la economía de muchas regiones; y si es que se comienza a construir más proyectos, vendrá también la demanda de sector construcción.
Mi formación es de ingeniero y por eso siempre hablo de los vasos comunicantes. Y en la economía hay vasos comunicantes: si es que a uno le va bien, a otros también les va bien; es un círculo virtuoso. Hay gente que dice que les va bien a los mineros, y ojalá que sea así; pero deben tener presente, y está demostrado, que los mineros no se quedan con todo.
Todos los especialistas coinciden en el hecho que el ajuste de costos en toda la cadena de provisión de las minas ha afectado seriamente a los proveedores. En perspectiva, ¿lo que vendrá será mejor de lo que se ha visto hasta ahora?
Creo que habido bajón que lo hemos sufrido todos, pero también se debe tener presente que se ha criticado al sector minero porque ahora resulta que la economía peruana se desacelera y comenzamos a pensar en un criterio distinto.
Y es que el sector minero contribuyó a ese aceleramiento, por lo que no hay que tener complejo de poner en valor todo lo que tenemos en el Perú. Creo que lo que se está viendo ahora es una reversión de la situación y la gente comienza a decir: “caramba, tenemos que continuar con los proyectos”. Y esto genera mucha construcción, mucha actividad económica y mucho bienestar. Yo espero que ya hayamos aprendido la lección de no criticar tanto al sector y que vayamos para adelante.
Para el caso del país, ¿qué tanto ha influido la inestabilidad de los precios internacionales en esa situación?
En mi opinión, el tema de los precios es importante y lógicamente tiene un impacto. Sin embargo, si analizamos la historia –porque, como dicen, hay que entender el pasado para no cometer los mismos errores en el futuro– se ha dicho siempre que la razón por la que le va bien a la minería es por los precios.
Bajo ese contexto, me pregunto: ¿si todo fuera cuestión de precios, por qué la minería chilena se desarrolló mucho más en la década de los 70’s a los 90’s, en comparación con la peruana, cuando no hubo precios favorables? La respuesta es una sola: fue por la aplicación de políticas concretas.
Y sigo preguntándome: ¿por qué realmente el Perú se ha desarrollado tanto en minería durante la década de los 90’s a la fecha? ¿Fue por precios? No, también fue por políticas, concretamente las relacionadas a la apertura, a entender que hay que promover la inversión.
Yo creo que hay que ser conscientes de que la minería es una industria típicamente tomadora de precios; nosotros no fijamos los precios. La minería se desarrolla en función a las condiciones favorables que se dan para que este sector se desarrolle y no solo es cuestión de precios.
Hace poco leí un informe de una institución reconocida a nivel mundial que decía la minería peruana se había desarrollado por la bonanza de los precios, y no puedo sino estar en desacuerdo con esa afirmación. La minería peruana se ha desarrollado por la apertura de los mercados, de la inversión, lo que sucedió mucho antes de las coyunturas favorables de los precios. Porque hay que recordar que en la década de los 90 hubo precios muy malos y, sin embargo, se desarrolló la privatización de Cerro Verde, de Yanacocha, de Pierina.
Los precios tienen un impacto, nadie lo va a negar, pero hay que entender la industria. Nosotros competimos con nuestros costos, no competimos con los precios, los cuales los tienen todo el mundo. Porque bajo ese criterio, no debería haber producción minera cuando los precios están bajos y no es así. Ese argumento es una falacia.
En esa línea, vuelvo a preguntar: ¿qué minería se podría desarrollar cuando Abimael Guzmán estaba suelto? Por más precios altos que hubiera, nadie iba a desarrollarla. Entonces, este problema se tenía que combatir y el Sr. Fujimori hizo bien en combatirlo, y así se logró dar las condiciones de seguridad que lamentablemente vemos que hoy día se están deteriorando.
Por eso, considero que hay que entender que el sector minero es un sector de largo plazo. Ninguna minera internacional piensa en el precio de hoy, piensa en el precio de futuro, que hay ciclos y que en su momento estas inversiones se rentabilizan. Porque, por ejemplo, si es que Antamina hubiera pensado solo en los precios en 1999 o 2000, no se hubiese desarrollado.
Recuerdo que esas épocas conversaba con mi amigo Augusto Baertl, gran propulsor de Antamina, y le decía: “(Antamina) es una inversión enorme, los precios están caídos y no creo que vayan a ganar plata”. Y así fue: los dos primeros años Antamina no ganó y ahora le va bien. En resumen, hay que entender que no todo es precios.
Sin embargo, hay quienes apelan a ese argumento para explicar el hecho que su caída es la que ha generado la baja en los ingresos generados por la minería y, por tanto, de los que aporta al fisco y por exportación.
A lo que se suma el discurso de los antimineros, que afirman que la nuestra es una economía primaria exportadora y dependiente de los precios de materia prima. Y no es así. Creo que los recursos minerales se deben desarrollar porque solo así podemos justificar carreteras, líneas de alta tensión, comunicaciones o reservorios, que son muy importantes. Hemos vivido momentos de críticas injustificadas por eso, y que hay que revertir.
¿Cree que las últimas medidas orientadas a enfrentar la permisologia son una demostración de que el gobierno por fin ha tomado conciencia de que no solo basta con declarar su voluntad promotora sino que es necesario traducir esa voluntad en acciones concretas para simplificar el esquema formal de permisos, autorizaciones y aprobación de estudios?
Es claro que el gobierno peruano está dando una muestra de reconocimiento de ese hecho y de que se fue demasiado en términos de permisos, lo que ha provocado que las inversiones en el sector se encuentren trabadas. Se ha dado cuenta de que necesitamos hacer más.
Lo que es ya un paso importante.
Lamentablemente, si uno analiza el perfil del funcionario público promedio, lo ideal para él es no tomar una decisión. Reconozco que es una postura perversa, porque tengo una gran admiración por los funcionarios públicos. Pero cuando tienen el riesgo de que, además de ganar poco, cuando terminen sus gestiones van a enfrentar juicios o procesos por sus decisiones, es más fácil para ellos no tomar ninguna decisión. Y si, además, se exagera en la legislación, habrá más oportunidades de no hacerlo. Porque ellos también tienen familia, son seres humanos.
En ese sentido, las medidas anunciadas apuntan a simplificarles la tarea.
Creo que como Estado nos hemos dado cuenta ya que es recomendable simplificar este frondoso árbol de permisos y legislación y tenemos que simplificar. Esto es lo que tenemos que hacer y volvernos más eficientes.
¿Debió hacerse antes?
Yo no miro al pasado. Hay un dicho que le gustaba a mi padre (Don Alberto Benavides de la Quintana) que dice: “El pasado es historia, el futuro es incierto y el hoy es un regalo, por eso se llama presente”.
Yo prefiero vivir en el presente y modelar el futuro. Si nos equivocamos, nos equivocamos. Y no se trata de aplicar el deporte nacional del dedo acusador. La tarea es saber cómo hacemos para hacer más eficiente el futuro, cómo hacemos para hacer que ese futuro incierto sea lo más próspero posible para las grandes mayorías y no solamente para los que hemos tenido más suerte de tener recursos, sino ser para la gente más necesitada. Y no lo digo en tono demagógico, sino con sinceridad, porque cuando mejor le vaya a mi país, mejor nos irá a todos. Hay que buscar esto.
¿Cree que hacen falta medidas adicionales a las que ha planteado el gobierno?
Como siempre, las medidas son generales y por tanto hay que entrar a la microeconomía, y saber quién las aplica.
Evidentemente, son un paso importante y entiendo que vendrán adicionales medidas. Pero es un paso positivo y tenemos que hacer el esfuerzo de verlo de esa manera; pero no verlo perfecto, porque todo es perfectible.
Creo que el Ministro Castilla ha hecho un esfuerzo, ha quebrado esa tendencia de generar más y más permisos y eso es positivo.
El Presidente Ollanta Humala en su discurso comentó que el Perú sería el 2do productor de cobre, pero no mencionó el oro, y siendo Buenaventura una minera aurífera, ¿considera que fue una omisión errada o fue por el contexto del precio del mineral?
Lo que pasa es que la producción de cobre es más industrial que la producción de oro, y grandes yacimientos de oro no se han descubierto en los últimos años, y se usa mucho, pero no en la forma masiva que se usa el cobre, y lo concreto es que hoy en día tenemos proyectos de cobre en el Perú y el presidente hizo bien de dar un mensaje de optimismo a la hora de hablar del metal que se viene con más fuerza para el futuro.
No calificaría como una falla. Creo que el solo hecho de que hable de la minería de cobre, está hablando en la minería y ahí nos incluimos y creo que tiene que haber el mensaje constructivo y positivo.
Se conoce que el gobierno viene trabajando una propuesta para mejorar el actual esquema de distribución del canon minero. ¿Qué opina sobre esa posibilidad?
Hay que desapasionar el tema del canon, de la redistribución de los impuestos. No es dable que haya regiones que tienen mucho dinero en sus cuentas y que no lo utilizan, y de repente es por falta de capacidad de gestión, por burocracia, por permisos, porque el Estado también sufre de la permisología, porque todo se requiere de estudios. La gente cree que los permisos son solo para la minería, pero no es así. Yo creo que hay que tomarlo con cautela.
¿Es partidario de que este fondo se redistribuya de manera equitativa?
Soy de la idea de que debería haber una distribución más equitativa. Llevando las cosas al extremo, podría darse el caso que en diez años hayan regiones privilegiadas o más desarrolladas en comparación con regiones venidas a menos. Esto no es lo adecuado, porque todos somos peruanos y hay que buscar un mecanismo.
Por otro lado, las expectativas de la gente que está en las zonas mineras del Perú también son grandes y hay que entenderlas. Además el peruano es una persona solidaria y a nivel de impuestos también se debe serlo.
¿Qué sensaciones le dejó el mensaje de Humala y qué perspectivas le permiten dibujar?
Son tres años que las grandes columnas han sido el ministro de Economía, Luis Castilla y el Presidente del BCR, Julio Velarde. Esta decisión ha generado mucha confianza al inicio del gobierno y creo que sigue haciéndolo.
Además, creo que es muy positiva la orientación a la educación que tuvo el mensaje y creo que el titular de educación pareciera tener las ideas muy claras.
El otro día César Campos escribió un artículo en Expreso diciendo que los discursos presidenciales, en todas partes del mundo, no son piezas oratorias, y nuestro presidente no se caracteriza por ser un gran orador, pero es un reporte de lo que habido en el año y lo que se piensa hacer el próximo año. Fue un discurso que pudo generar más entusiasmo, pero se concentró en temas importantes como la educación y eso es positivo.
PROCESOS ELECTORALES
Se viene un periodo electoral y se definirá autoridades que tienen que ver con la toma de decisiones regionales. Esto en la perspectiva que se viene para el sector, ¿qué le genera?
Lo que genera es un respeto por la política nacional y en algunos casos continuar con los proyectos y en otros esperar a los resultados de las elecciones.
Para mí no solo se debe pensar en el político, sino en el voto de pueblo, en la opinión. Si el voto del pueblo, a través de la elección de las autoridades, está diciendo que la comunidad no quiere saber con un determinado sector, también es un mensaje que ayudará a tomar decisiones.
Hay que esperar qué es lo que pasa. Lo último que uno quisiera es ser tema de campaña y hay que evitar serlo.
¿A qué nivel se encuentra el proyecto Conga?
En Conga, ubicada en Cajamarca, se ha construido el reservorio de Chailhuagón que es un éxito extraordinario. Se ha multiplicado por diez la capacidad de agua en Chailhuagón y está lleno de truchas. Es agua que fluye a las quebradas beneficiando a agricultores y ganaderos.
Se está terminando de construir todas las carreteras de acceso al proyecto; y en esa línea en Conga se ha invertido US$ 1.500 millones, y ya que el tema se ha paralizado para que no sea tema de campaña, veremos qué es lo que pasa. Lo que falta es construir más reservorios, y yo insisto que la minería puede contribuir con electrificación, comunicaciones y agua.
De otro lado, todo este tiempo muerto ha permitido reevaluar el proyecto y ver la posibilidad si es que no se puede desarrollar ya como un proyecto separado de Yanacocha, sino como un proyecto satélite de Yanacocha y utilizar (total o parcialmente) la infraestructura de Yanacocha para el desarrollo del proyecto. Lo ideal era hacerlo como se ha planteado inicialmente y se debe evaluar diversas alternativas.
Rumbo Minero Ed. 81