Diversificar las fuentes, aprovechar mejor el recurso hídrico y utilizar las tecnologías más avanzadas son parte de las tareas que el sector minero realiza para gestionar eficientemente el uso del agua en sus operaciones siendo, la reutilización de la misma, una de las opciones más requeridas actualmente.
Con una población que supera los 33 millones de personas, Perú se destaca como una nación rica en recursos naturales a lo largo de su vasto territorio.
Hacia el año 2050, según el Banco Mundial, el agua -uno de los elementos cruciales para la vida- escasearía en muchas zonas a nivel global.
La entidad estima que para esa década más de mil millones de personas residirán en ciudades donde el suministro de agua será insuficiente. En este contexto, Latinoamérica aparece como un actor clave por contar con la mayor reserva de agua dulce del mundo, lo que supone una gran responsabilidad para el cuidado y correcta gestión de ese vital recurso.
Pero, ¿Qué desafíos enfrentarían países como el Perú? Si bien ya hemos indicado la existencia de una importante fuente de este recurso, Latinoamérica enfrenta desafíos significativos en cuanto al acceso y distribución del mismo.
En el Perú particularmente, la abundancia de agua no se traduce necesariamente en un suministro óptimo para sus habitantes, por lo que la gestión eficiente y equitativa resulta un desafío en diferentes sectores económicos.
En dicho escenario aparece el aprovechamiento eficiente que realiza el rubro minero para el recurso hídrico en beneficio del país, pero que, en muchas ocasiones, ese esfuerzo no llega a ser comprendido por parte de la población.
Incluso, en ocasiones, a la minería se le atañe equivocadamente un elevado consumo de agua, pero que comparado con otros sectores resulta mínimo. De acuerdo a la Autoridad Nacional del
Agua (ANA), la minería peruana consume aproximadamente el 2 % del agua fresca disponible en el país, a diferencia de la agricultura que utiliza alrededor del 80%.
Augusto Cauti, Exviceministro de Minas y Consultor internacional en desarrollo de negocios, señaló que el consumo del agua en la minería incluso podría reducirse a la mitad gracias a la construcción de represas que permitan captar el recurso hídrico que usualmente escapa al mar.
“Con la construcción de represas para el almacenamiento y utilización de aguas que comúnmente se pierden en el mar, la demanda se acortaría al 1 % o incluso menos”, señaló.
No obstante, mencionó que la construcción de represas es deber del Estado, y que es determinante la correcta planificación y ejecución del presupuesto público para el desarrollo de proyectos de infraestructura, los cuales deben ser compatibles con las reales necesidades de la sociedad, característica principal de la cual adolece el Gobierno en sus tres niveles de representación.
Por su parte, Julián Li, Socio del área de Recursos Hídricos de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU Uria Abogados, coincidió en la mirada de Cauti, respecto al mito del consumo de agua en minería,
pues, según dijo, este sector es el que lleva adelante las principales innovaciones.
“Según estadística de la ANA, las actividades que producen mayor contaminación en nuestros ríos son las actividades poblacionales; es decir, nosotros como ciudad producimos la mayor carga contaminante de nuestros ríos”, aseveró.
En torno a ello, recalcó que la mirada regulatoria debería estar puesta en el saneamiento para lograr mejorar la calidad del agua. “El 80 % del consumo de agua es para uso agrario. Estupendo que exista agricultura porque tiene una finalidad alimentaria; sin embargo, la regulación debería enfocarse también en ese uso”, enfatizó.
De esa manera, el especialista sostuvo que no tiene lógica crear herramientas de en el sector minero, cuando se tiene un sector, como el agrícola, que utiliza mucho más y se debe prestar atención.
Asimismo, consideró que actualmente se habla mucho de la gestión de las cuencas hídricas, pero ellas no necesitan ser gestionadas, a diferencia de las intervenciones humanas que se realizan ahí, ya sean relacionadas al uso para las ciudades, la agricultura, la industria minera u otras.
AGUA EN LA MINERÍA MODERNA
En la mayoría de las actividades productivas que usan agua -y específicamente en la minería- existe consenso sobre la necesidad de incorporar como visión y enfoque una gestión integrada del recurso hídrico para asegurar su conservación, calidad y uso racional.
Lea el informe completo en nuestra edición 167 de Rumbo Minero, aquí.