La topografía en minería está en constante evolución, lo que hace más complejas las tareas de medición, entre otras actividades, obligando a las empresas a actualizar sus datos frecuentemente. En ese sentido, estas requieren de elementos capaces de aportar resultados mucho más precisos en un menor tiempo.
La mayoría de las compañías mineras están incorporando novedosos equipos como apoyo fundamental para sus operaciones. Entre las herramientas disponibles para la topografía en minería están los escáneres láser, GPS y los drones, siendo este último uno de los equipos más populares en esta industria.
Los drones son aeronaves que vuelan sin tripulación, reutilizables, capaces de mantener de manera autónoma un vuelo controlado y sostenible, y que son propulsadas por un motor de explosión, eléctrico o de reacción.
En el mercado existen varios tipos de drones según su fisonomía, tal como los helicópteros (un rotor), multirrotor (varios rotores) o planeadores (de ala fija). Todos ellos pueden ser equipados con diferentes sensores -según la función deseada-, tal como cámaras de fotografía, sensores multiespectrales, cámaras termográficas, entre otros.
Hoy en día, las aeronaves no tripuladas forman parte de las actividades en la mayoría de operaciones mineras debido a los numerosos beneficios que aportan. La primera y más importante es la seguridad para los operadores mineros, y la productividad que aumenta exponencialmente frente a métodos tradicionales de levantamiento topográfico.
Anteriormente, las personas eran las encargadas de tomar las medidas a mano, lo que hacía muy alto el rango de error en los cálculos y que no se tuviesen en cuenta aspectos como las irregularidades en la superficie del terreno, por lo que estos equipos resultan, más beneficiosos para las empresas.
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