El destino suele conceder a los países unas pocas oportunidades notables de desarrollo a lo largo de su historia. Sea a través de recursos naturales, de una industria manufacturera particular, de un posicionamiento geográfico estratégico, o de otras ventajas, el paso del tiempo presenta, de cuando en vez, la ocasión para colocarse como un jugador de talla global. Depende ya de cada nación tomar la oportunidad en su momento y hacer lo mejor con ella, o dejarla pasar de forma casi inadvertida, apenas quizá un pequeño hipo en su historia económica.
En el Perú, no cabe duda que la minería ha sido nuestra principal historia de éxito de las últimas décadas. Si bien la agroexportación empezaba a asomarse como la segunda gran gesta de transformación económica exitosa, es la explotación minera la que al 2021 ha alcanzado dimensiones significativas como proporción de la producción nacional y ha impulsado el desarrollo de otras industrias relacionadas. A diferencia de casi cualquier otro sector, en este campo el Perú sí es jugador de talla global.