En la etapa de construcción, producción y/o explotación de una mina se realizan diversas actividades que abarcan movimientos de tierra, excavación, obras civiles, entre otras, para lo cual se necesitan de megamáquinas como las palas, excavadoras y cargadores frontales que, gracias a sus poderosas configuraciones, facilitan los trabajos de carga y reducen los costos operativos.
La industria minera es una actividad de vital importancia para la economía de cualquier país. Como parte de su trabajo diario está el movimiento de considerables volúmenes minerales y tierra, por lo que se requiere de máquinas preparadas para operar -de forma continua- durante toda su vida útil de la mina. Así se tienen a las palas, excavadoras y cargadores frontales.
Estos equipos de gran envergadura están diseñados para cuidar el medioambiente (gracias a la evolución de sus motores), ofrecer seguridad al operario y el entorno, reducir los costos en las operaciones, brindar una alta productividad y confiabilidad, incluso en las aplicaciones más exigentes. Del mismo modo, cuentan con características que las hacen distintas e ideales de acuerdo al trabajo que demande el proyecto.
Es importante resaltar que el trabajo de estas máquinas es fundamental para garantizar la producción de cualquier mina, pero, si uno de ellos deja de operar, obliga a parar a la flota de acarreo (camiones), lo que afectaría directamente la producción, colocando al proyecto minero en un escenario de riesgo.
Por ese motivo, es indispensable y necesario darles un mantenimiento adecuado, el mismo que es recomendado por el fabricante de la máquina y, sobre todo, verificar siempre que no haya problemas con la unidad antes de comenzar a operarla, a fin de evitar accidentes mortales.
Lea el informe completo en nuestra edición 152 de Rumbo Minero