Escoger correctamente un lubricante para cada equipo minero es esencial a fin de obtener diferentes beneficios que van desde: el ahorro de combustible hasta la extensión de la vida útil de los componentes, y por su puesto de la maquinaria. No hacerlo implicaría una falla inminente que traería consigo costos elevados de reparación y/o pérdida de productividad tanto en los equipos móviles como el de los procesos estacionarios.
Actualmente existe en el mercado una amplia y variada oferta de lubricantes que están diseñados para ser utilizados
en un determinado fin. Para ello es recomendable considerar las especificaciones del fabricante de la maquinaria
que se desea lubricar, así como la de un experto en el tema.
Hay que tomar en cuenta, además, las condiciones geográficas y del entorno laboral en el que se desenvuelve el sector minero, donde la excesiva cantidad de polvo y partículas es una constante, que influyen directamente en el equipo. No olvidemos que la minería es una actividad intensa en uso de maquinaria, por lo tanto proteger cada pieza requiere de un lubricante especial con el fin de reducir el roce y el desgaste de las piezas en movimiento.
Todos los días los equipos mineros y sus componentes son puestos a prueba en cada faena, donde las jornadas de trabajo, así como el clima y la temperatura son factores permanentes que deben ser considerados al momento de utilizar un lubricante protector, el cual debe responder a las exigencias de eficiencia y optimización de recursos de la maquinaria pesada utilizada, a fin de que pueda seguir rindiendo de manera óptima durante las condiciones extremas en el que opera.
De esta manera se reduce las fallas y por ende las paradas inesperadas, así como los mantenimientos correctivos que implican, en algunos casos, la paralización del equipo e intervención del personal para la lubricación y /o reparación.
Tal como se indicó existe un lubricante para cada componente, en lo que respecta a los sistemas de transmisión, estos deben soportar extrema presión y altas temperaturas, pues los engranajes están sometidos a fuerzas extremas, y corren el riesgo de presentar elevado roce y desgaste, además de alcanzar altas temperaturas. Estos productos,
en específico, deben estar compuestos por aditivos de extrema presión con capacidad de soportar altas temperaturas
y esfuerzos sin disminuir considerablemente su viscosidad.
Hoy se tienen 2 tipos principales de lubricantes como los de origen mineral y los de origen sintético. Siendo los primeros extraídos del petróleo en una refinería y tratados en una planta petroquímica, mientras que para los sintéticos se debe emplear métodos químicos más costosos, que permiten que sean más resistentes al calor brindando así una mayor protección y rendimiento. Los lubricantes dependiendo de su composiciónpueden ser líquidos de origen mineral o vegetal; semisólidos denominados ‘grasas’; y sólidos
Específicamente para el sector minero se tienen lubricantes para equipos de mina sea a tajo abierto o subterráneo (en el que se encuentran los equipos móviles y de perforación), y lubricantes para equipos de trituración y plantas de procesos (como molinos y hornos).
Con los años esta industria ha ido evolucionando, y hoy se tienen lubricantes biodegradables, cuyo uso es recomendable cuando el riesgo de derrame es alto o se trabaja en zonas muy sensibles a la contaminación. Sin embargo, en los últimos años se ha visto una mayor demanda en su uso, debido a una tendencia global por cuidar el entorno ambiental.
Rumbo Minero se contactó con las principales empresas comercializadoras de lubricantes que atienden al sector minero para conocer más a fondo los productos que promueven en el mercado, así como los avances hasta hoy alcanzados para optimizar el trabajo de los equipos siendo a la vez amigables con el medio ambiente.
Ver entrevista completo AQUÍ
Descargar Revista Completa AQUÍ