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Relacionamiento y negociación con las Comunidades en la industria extractiva

ENFOQUE. Relacionamiento y negociación con las Comunidades en la industria extractiva.

Por: William Quea, Especialista en Relaciones Comunitarias y Sostenibilidad Social – Fresnillo plc

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Con el desarrollo de importantes proyectos de inversión extractiva en los últimos 20 años en el país (minería y petróleo, principalmente), los conflictos sociales entre poblaciones rurales y las empresas han tenido un incremento galopante.

Cifras de la Defensoría del Pueblo indican que en mayo de 2016, se han registrado un total de 212 conflictos sociales en todo el territorio nacional, de los cuales 150 son de tipo socio-ambiental entre empresas extractivas y poblaciones que se ubican dentro de las áreas de influencia de las operaciones y proyectos de exploración (Fuente: Reporte de Conflictos Sociales N° 147 de la Defensoría del Pueblo).

Estos conflictos sociales entre poblaciones y/o Comunidades y empresas extractivas han hecho que las propias compañías (principalmente las mineras) se preocupen por mejorar su relación con sus grupos de interés, y hayan fortalecido las áreas de asuntos sociales, que en la actualidad son las bien llamadas áreas de Relaciones Comunitarias o Gestión Social.

En el Perú, el término relaciones comunitarias fue utilizado por empresas petroleras como la Shell (que operaba en la Selva en la década de 1980). En el sector minero, una de las primeras empresas que cambió el nombre de su área de Desarrollo Social o Relaciones Industriales por el de Asuntos Comunitarios fue Antamina en Áncash (allá por el año 1998).

Conforme fueron desarrollándose los grandes proyectos mineros en las zonas altoandinas, donde la presencia del Estado peruano sigue siendo precaria en la actualidad, las empresas extractivas se han visto forzadas a mejorar sus estrategias de relacionamiento comunitario y negociación con sus grupos de interés, que en su gran mayoría son Comunidades Campesinas y poblaciones rurales que mantienen distintos conceptosque el urbano y los empresarios sobre desarrollo socioeconómico, aspectos culturales y políticos, para así evitar tensiones sociales que a la postre les pudiera traer paralizaciones de sus operaciones (no obteniendo la famosa “licencia social”).

Las distintas miradas sobre conceptos de sostenibilidad social, tanto de las Comunidades como las empresas extractivas, han generado confrontaciones entre el modelo de desarrollo que pregona el capital versus el concepto de desarrollo que conservan ancestralmente las Comunidades.

Teniendo esto como premisa, las relaciones con los grupos de interés con los que interactúan las empresas, han sufrido cambios sustanciales en los últimos años. Esto con el objetivo de gestionar adecuadamente la convivencia sociocultural con los complejos grupos comunitario asentados.

Dichos cambios en su relacionamiento han estado basados en comprender, principalmente, mejor el contexto social, cultural y político en el cual se han insertado para desarrollar sus proyectos de inversión (diagnósticos). Para después diseñar e implementar estrategias comunitarias que les diera como resultado llegar a convivir en armonía con los grupos de interés y realizar inversiones de impacto social que ayuden a mejorar la calidad de vida de las poblaciones que conforman sus áreas de influencia.

En este proceso de cambio, las empresas mineras siguen aprendiendo cómo mejorar su relacionamiento puesto que no es fácil la bien llamada “convivencia Empresa-Comunidad”, y el día día de contacto con sus grupos de interés les indica que las relaciones sociales evolucionan permanentemente, y no se pueden aplicar siempre las mismas estrategias por cuanto los temas de interés para las Comunidades varían de acuerdo al contexto.

Otro punto predominante para el éxito de una empresa minera o de hidrocarburos en su relacionamiento comunitario son las negociaciones que se realicen con los grupos de interés.

De una buena o mala negociación comunitaria, depende mucho el futuro de una relación Empresa-Comunidad, que puede derivar en una crisis social si esta es mal gestionada.

El éxito de una negociación con las Comunidades y/o grupos de interés se basa en el slogan “Ganar-Ganar” o “Win to Win” (tanto para la Empresa como para la Comunidad), donde ambas partes queden satisfechas con el resultado de la negociación. Otro pensamiento en el resultado no puede ser llamado una buena negociación.

Aquí algunos puntos a tomar en cuenta para lograr negociaciones exitosas con las Comunidades de un entorno social extractivo (también se puede ver gráfico del método de una negociación):
1. Establecer la agenda de la negociación (consensuada entre la empresa y comunidad).
2. Definir los roles de los actores de la empresa que intervienen en el manejo y la negociación propiamente dicha (mediadores, facilitadores, negociadores).
3. El equipo de negociación debe estar integrado por profesionales con vasta experiencia en el tema de Relaciones Comunitarias y manejo de crisis. Gente sin mucha experiencia en el tema no puede sentarse a negociar.
4. Identificar quiénes son los portavoces de los grupos de interés en el proceso de negociación, y saber que estos cuenten con la representación de sus bases. Ello ayudará a establecer un solo esquema de negociación que posteriormente no sea cuestionado por la mayoría comunal.
5. Identificar la jerarquía e influencias de las autoridades políticas-comunitarias y líderes sociales de las Comunidades y/o grupos de interés antes de iniciar un proceso de negociación.
6. Conocer a los actores, los mensajes, el contexto, las agendas y los intereses que hay en juego.
7. Mostrar un interés autentico por las necesidades de la otra parte.
8. Escuchar a la contra parte, ser empáticos y comprensibles en los gestos, las actitudes y la comunicación verbal y no verbal.
9. Concentrarse en los intereses y no en las personas. Las verdaderas razones son: sentimientos, frustraciones, temores, emociones, deseos.
10. Transparentar y socializar la información sobre los temas que han llevado a la negociación. Esta acción ayudará a generar confianza entre los grupos de interés. La empresa empieza a ganar credibilidad en el proceso de negociación.
11. Finalizada la negociación, poner por escrito lo acordado y que todos los participantes lo rubriquen. Tener un documento formal con los acuerdos arribados, evita que en futuras reuniones los representantes comunitarios desconozcan la negociación y los beneficios logrados para ambas partes.

No existe una sola receta para las negociaciones con las Comunidades y grupos de interés, cada contexto social es distinto, muy diverso y complejo. Pero lo que sí se puede tomar como referencia en un proceso de negociación es la experiencia práctica en el tema social-comunitario, donde muchas empresas mineras han obtenido muy buenos resultados.

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