Para este 2023, el mayor productor de litio espera que sus ventas aumenten al menos 30% desde los niveles de 2022.
Reuters.- Albemarle es considerado el mayor productor mundial de litio para la industria de vehículos eléctricos.
Recientemente informó una ganancia trimestral mejor de lo esperado, gracias a que las ventas del metal para baterías se quintuplicaron.
Los resultados se produjeron a pesar del aumento de más del 300% en el precio que Albemarle cobra por su litio.
Ello refleja la búsqueda agresiva de los fabricantes de automóviles por nuevos suministros del metal de la batería a medida que construyen flotas de vehículos totalmente eléctricos.
Precios
Albemarle espera aumentar sus precios de litio este año en al menos otro 55%.
Ello como parte de una estrategia que describió el mes pasado para que los precios se mantengan altos indefinidamente a fin de incentivar el desarrollo de nuevas minas de litio.
La compañía ha estado comercializando agresivamente litio para usos más allá del mercado automotriz, incluidos lubricantes, vidrios, llantas y otros productos de consumo.
Para el año, Albemarle espera que las ventas de litio aumenten al menos un 30% desde los niveles de 2022.
“Nuestro potencial de crecimiento se extiende mucho más allá de la oportunidad actual de EV”, dijo Kent Masters, director ejecutivo de Albemarle, en un comunicado.
Resultados financieros
La empresa registró ingresos netos de US$ 1.130 millones, o US$ 9,60 por acción, en comparación con una pérdida de US$ 3,8 millones, o 3 centavos por acción, en el mismo período del año anterior.
Excluyendo elementos únicos, Albemarle ganó US$ 8.62 por acción.
Según esa medida, los analistas esperaban ganancias de US$ 8,28 por acción, según datos de IBES de Refinitiv. Los resultados se publicaron preliminarmente el mes pasado.
El otoño pasado, Albemarle recibió una subvención de US$ 149,7 millones de la Casa Blanca para construir una planta de procesamiento de litio en Carolina del Norte.
Como parte de su plan para mantener su dominio en la industria a medida que Estados Unidos desarrolla su propia cadena de suministro de vehículos eléctricos.