La minera apunta a continuar siendo un productor mundial dominante cobre, el metal para la transición energética.
Freeport-McMoRan tiene la intención de extender su acceso a la mina de cobre gigante Grasberg más allá de 2041.
Para lograr tal objetivo, el presidente ejecutivo de la minera, Richard Adkerson, resaltó que están “en conversaciones con el gobierno de Indonesia”.
Además, se tendría la intención continuar siendo un productor mundial dominante cobre, el metal para la transición energética.
“Estamos trabajando con el gobierno de Indonesia para extender potencialmente nuestros derechos para operar Grasberg más allá de 2041”, dijo Adkerson a Reuters.
“Estas son discusiones en etapa inicial, pero tenemos una visión a largo plazo”, agregó.
Freeport en Indonesia
La minera de cobre ha estado operando en Indonesia durante 50 años y también es un importante productor en América del Sur y los Estados Unidos.
En 2018, Freeport entregó el 51% de Grasberg a la minera estatal PT Inalum, poniendo fin a años de negociaciones conflictivas.
Mientras Yakarta presionaba por un mayor control sobre su riqueza mineral, pero seguía siendo el operador de la mina.
Freeport, que prometió una inversión de US$ 14.000 millones en la mina en 2018, está en proceso de construir una fundición de cobre en el país.
Y está expandiendo la mina en lo que se está convirtiendo en el complejo minero subterráneo más grande del mundo.
A pesar de que los precios del cobre cayeron un 20% en lo que va del año, se espera que la demanda del metal sea sólida a largo plazo debido a la transición hacia la energía verde.
La semana pasada, Freeport registró una fuerte caída en las ganancias trimestrales que, sin embargo, superó las débiles expectativas de Wall Street, ya que la demanda de cobre se mantuvo fuerte.
“La demanda ha continuado, pero los precios han disminuido para anticipar que caerá”, declaró Adkerson.
Análisis financieros
La incertidumbre sobre la economía mundial se ha visto impulsada, en parte, por la guerra entre Rusia y Ucrania y una crisis energética en Europa.
Todo ello ha conllevado a Freeport a reducir los gastos de capital en más del 10% durante el año.
Como parte de su esfuerzo por mitigar el impacto financiero de la caída de los precios del cobre, Freeport está analizando qué proyectos debería priorizar.
Esa fue la información dada por la presidenta Kathleen Quirk en la entrevista.
“No estamos cancelando cosas, pero el tiempo podría cambiar”, manifestó.
Adkerson y Quirk reiteraron comentarios de larga data de que Freeport no necesita comprar un rival para crecer, y señalaron planes de expansión en los Estados Unidos y Grasberg.